El Cartagena, con hasta ocho jugadores no habituales, cierra la Liga despachando el trámite ante el colista Santa Brígida con la mayor goleada de la temporada tras un buen choque repleto de ocasiones
MANUEL ÁNGEL. / La Opinión
Ganarle al colista le resultó al Cartagena lo más parecido a un paseo. Trámite resuelto con nota. Como se esperaba. El campeón jugó plagado de jugadores no habituales pensando ya en la fase de ascenso, pero los Castilla, Leo, López, Eloy, Samuel, Juan Pablo, Falcón, Nano y el meta Óscar Mateo, que debutó en los veinte últimos minutos, no desentonaron para nada.
El marcador fue el que fue pero hubo fútbol, juego y oportunidades para haber visto la mayor goleada registrada nunca en el estadio cartagenerista. Momentos propicios hubieron para eso y para más. Fue toda una fiesta y el público se lo pasó en grande aún sabiendo las grandes diferencias que habían entre el equipo que espera estar la próxima campaña en Segunda A y el que ya está descendido desde hace tiempo a Tercera División.
Pero eso daba igual. Lo que importaba era acabar bien, a pleno rendimiento, dejar buenas sensaciones y estar muy atentos a lo que esta tarde ocurra, a partir de las cuatro y media de la tarde, en los salones de la Española.
De principio a fin
La visita del Santa Brígida no dejaba de ser un mero trámite que Paco Jémez, técnico cartagenerista, aprovechó para dar minutos a los que menos han jugado, incluyendo a Miguel López -a buen nivel- que no había jugado ni un sólo minuto y al meta cartagenero Óscar Mateo, quien se llevó una de las ovaciones de la mañana cuando saltó al césped.
El partido, que ya parecía fácil de por sí, se puso de cara en la primera jugada de ataque cartagenerista cuando Nano se escapa por su banda izquierda y su centro medido lo fusila Tato a la red. Solo habían pasado dos minutos de juego.
Aunque Aridany tuvo en sus botas el empate con cinco minutos, todo lo demás fue un auténtico monólogo albinegro ante un rival que hacía lo que podía. Tato pudo marcar en el minuto 19 antes de hacer el 2-0 en el minuto 30 y de que Juan Pablo primero y Nano después estuviesen muy cerca de llegar al descanso con varios goles.
El penalti por mano de Piero que transforma Juan Pablo con sólo cinco minutos jugador en el segundo acto -y que se lo dedica a Koeman mostrando su camiseta con el '11'- dejaba el choque visto para sentencia si es que ya no lo estaba.
Todo lo demás fue un rosario de ocasiones que pudo haber elevado la cuenta hasta nueve o diez goles con bastante facilidad. Juan Pablo tuvo una clarísima posterior a su segundo gol, Carmona estrelló dos balones en los postes y en uno de ellos Nano no lo aprovechaba a puerta vacía además de la que nano tuvo al final.
Los goles eran cuestión de tiempo y así llegaba el cuarto, obra de Juan Pablo, ayudado por un defensor y el penalti controvertido sobre Carmona que marcaba Nano además del tanto canario, obra de Jonay en falta directa, que significaba el parcial de 4-1. El público, mientras, se divertía en las gradas haciendo la 'ola' y con gritos de 'olé, olé' por sus ráfagas de buen juego.
Entre las grandes goleadas
El 5-1 final de ayer ante el Santa Brígida, además de ser el marcador más abultado de la temporada, es la segunda vez que se produce después de aquella otra goleada del Cartagonova -jornada 36 en la Liga 98/99 que dirigía Aranguren- en el debut en la categoría.
Otros marcadores para la historia han sido el 5-0 ante el Málaga B, aquel de los tres penaltis fallados por Sabino (06/07), o más atrás en el tiempo un 5-0 al Villarreal en Segunda B (88/89) o un Cartagonova-Cotillas en Tercera División (96/97). Aunque el récord sigue siendo aquel 9-2 al Lliria (92/93) con Luiche en el banquillo.
Ayer, a poco que los blanquinegros hubiesen tenido un pelín más de acierto, podría haber igualado e incluso superado aquellos nueve tantos. Pero lo importante, claro, está por venir. Señoras y señores, que pase el siguiente porque la suerte está echada.
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