Ha sido un error, una torpeza política no medir las consecuencias de contratar al hijo de un concejal para elaborar estos proyectos. Es un error que yo asumo plenamente». El vicealcalde y coordinador municipal de las inversiones previstas dentro del Plan Estatal de Inversión Local cargó ayer con toda la responsabilidad de la adjudicación de cuatro contratos de asistencia técnica al hijo del edil Pérez Abellán, y salvó públicamente la cara a su compañero de ejecutivo.
Agustín Guillén aseguró que no hay ninguna ilegalida en el hecho de que Enrique Pérez Blaya sea presidente de la Junta Municipal Vecinal de Pozo Estrecho, y aseguró que él desconocía que ocupara este cargo público.
El vicealcalde explicó que los técnicos municipales dieron su visto bueno a la contratación de Enrique Pérez Blaya porque consideraron que tenía las aptitudes necesarias para elaborar los proyectos de obra.
«Los proyectos los ha hecho bien y las cantidades de las que estamos hablando no son grandes, teniendo en cuenta lo que suelen cobrar los estudios de ingeniería por este tipo de trabajos», añadió Guillén. No obstante, admitió que en el Ayuntamiento no habían trabajado nunca con Pérez Blaya y que conocían que es ingeniero de caminos a través del concejal Enrique Pérez Abellán.
Guillén señaló que Pérez Abellán no había puesto su cargo a disposición de la alcaldesa, pero insistió en que «la situación no debe ir más allá». «Este error lo asumo yo. No hemos actuado de mala fe, admitimos que no hemos actuado de la forma más adecuada y pedimos disculpas a los ciudadanos».
El vicealcalde expresó su confianza en el trabajo «honesto» de Pérez Abellán. Y concluyó: «Entiendo que se tome tiempo para reflexionar y pueda explicarse».
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