Una niña de 12 años insiste en que tuvo sexo consentido con un vecino de Totana, en prisión acusado de violación
07.09.12 - 01:24 -
RICARDO FERNÁNDEZ | MURCIA./ La Verdad
El Código Penal español es implacable en lo que se refiere al sexo con menores de trece años. Si las relaciones carnales han sido completas, esto es, con penetración, al adulto implicado en los hechos le corresponderá una pena de entre ocho y doce años de cárcel; si el asunto no ha pasado de tocamientos y caricias, la condena será de entre dos y seis años. No importa si los menores han consentido o no en esas relaciones, ya que la ley les niega la madurez suficiente como para decidir a ese respecto.
En tal escenario, el embrollo en el que anda metido un vecino de Totana, David A.G., de 30 años, es morrocotudo. De hecho, lleva varios días encarcelado de manera preventiva, mas los que puedan quedarle por delante, que no parece que sean pocos, como acusado de haber mantenido relaciones sexuales con una niña de doce años y cuatro meses, hija de uno de sus mejores amigos.
La chica prestó declaración ayer por la mañana ante la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Totana, en lo que en términos legales se denomina 'exploración'. Ante la juez y el fiscal -se impidió que los letrados de la acusación particular y de la defensa estuvieran presentes-, la niña se ratificó en que mantuvo relaciones sexuales con David A.G., «en tres o cuatro ocasiones», e insistió en que lo hizo por voluntad propia, ya que estaba enamorada de él.
La chica -delgada, muy alta y guapa- explicó que había conocido a David cuando ella contaba ocho o nueve años, durante unos carnavales. Desde entonces habían coincidido en bastante ocasiones, por ser el acusado muy amigo de su padre, pero fue a partir de marzo pasado cuando comenzaron a intercambiar mensajes y llamadas por teléfono móvil.
Compartiendo un dúplex
Fuentes próximas a la investigación explican que la relación de amistad fue a más este verano, debido a que David A.G. y el padre de la menor alquilaron entre ambos un dúplex en Mazarrón, al objeto de pasar allí sus vacaciones con sus respectivas mujeres y con la niña.
Un día de finales de agosto, al parecer el 28, la menor se desplazó a Totana con su madre. La circunstancia fue aprovechada para citarse con David A.G., con el que asegura que volvió a mantener relaciones sexuales completas. El acusado, que ha reconocido haber besado y acariciado a la chica, e incluso haber llegado a eyacular, niega rotundamente sin embargo que existiera penetración.
Aparte de las declaraciones de la niña, uno de los datos que obran en su contra es el informe realizado por una forense, que establece que la menor no es virgen y que además presentaba algunos desgarros en sus genitales, que podrían derivarse del hecho de haber mantenido sexo.
Además, aunque la chica sale con un adolescente de la localidad desde enero, ella dice que con este chico no ha tenido contacto sexual alguno, y que se limitan a darse besos.
Otra de las contradicciones entre el sospechoso y la menor radica en que ésta asegura que era David quien la llamaba para quedar y quien llevaba la iniciativa, como un día en que supuestamente la recogió en casa con el coche, la llevó a un lugar apartado y la besó en la boca, mientras que éste sostiene que la niña había intentado besarlo muchas veces y que él apartaba la cara para evitarlo.
La defensa de David A.G. ha sido asumida por el penalista Evaristo Llanos Sola, que ayer no ocultaba su malestar por la decisión de la juez de impedir que estuvieran presentes en la toma de declaración de la menor. Un hecho que, estima, coarta gravemente su labor de defensa y por el que expresó su protesta.
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