martes, 11 de septiembre de 2012

La falta de contratos deja sin trabajo a las áreas de carenas y motores de Navantia


El comité de empresa denuncia que la política comercial «errónea» de la compañía ha llevado a despedir a obreros de empresas auxiliares 

11.09.12 - 01:04 - 


El astillero de Navantia se vacía a falta de nuevos contratos. La cartera de pedidos ha caído a unos mínimos históricos en los últimos años y eso ha provocado que unidades que antes eran punta de lanza de la empresa ahora se hayan quedado prácticamente paralizadas. Según denunció ayer el presidente del comité de empresa, Ignacio Briones, ése es el caso de la fábrica de motores «que está sin trabajo desde enero», y las carenas, «que casi están paradas a excepción de pequeñas reparaciones en barcos que entran al astillero muy de vez en cuando».
Pero ya no solamente carecen de ocupación los propios trabajadores del astillero, sino que decenas de empresas auxiliares que tenían puestas sus miras en Navantia ven ahora cómo sus previsiones se desvanecen y tienen que buscar trabajo en otro sitio. Tanto es así que de los más de 2.000 empleados externos que estaba previsto que trabajaran en la construcción de los cuatro submarinos de la clase S-80, actualmente solo lo hacen 400, aseguró Briones.
El número más alto de operarios que ha estado empleado en el proyecto fue de mil, pertenecientes a cuarenta empresas auxiliares. Pero los trabajos de los nuevos submarinos se han ido ralentizando cada vez más, sobre todo por cuestiones presupuestarias, hasta el extremo de que cada vez hay menos obreros de compañías externas.
El comité de empresa denunció ayer esta situación durante la manifestación que tuvo lugar por las calles de Cartagena. La protesta partió sobre las diez de la mañana de la puerta principal del astillero y llegó hasta el edificio administrativo del Ayuntamiento, en la calle San Miguel. La manifestación fue convocada para protestar por la supresión de la paga extra de Navidad a los trabajadores, pero también para denunciar la política comercial «errónea» que ha mantenido la empresa durante los últimos años. Eso ha provocado «que la carga de trabajo se haya reducido solo a la construcción de los submarinos para la Armada Española», criticó Ignacio Briones.
Negociaciones
El consejero delegado de Navantia, Jaime de Rábago, visitó la semana pasada el astillero de Cartagena y dijo que la empresa mantiene negociaciones «claramente abiertas» con varios países para vender buques de distintos formatos. La dirección de la compañía está en contacto con Turquía, Venezuela, México, Perú, Australia y Arabia Saudí. Pero no hay nada cerrado.
Pero a pesar de ello, los trabajadores creen que los «comerciales no hacen bien su trabajo», porque, por ejemplo «se ha perdido un buen proyecto como era el que tiene previsto Australia (doce submarinos), porque se durmieron en los laureles y otro país se lo ha llevado», aseguró Briones.
La situación que comienza a vivir el astillero cartagenero es mucho peor aún en las factorías navales de Cádiz y Ferrol. En la primera de ellas la escasez de faena es casi total y en la segunda la carga de trabajo también es muy baja, aunque ha conseguido contratos en las últimas semanas.
Este diario se puso en contacto con un portavoz de Navantia para conocer su versión. La compañía declinó hacer cualquier comentario o valoración.

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