MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la NASA han encontrado por primera vez planetas orbitando estrellas similares al Sol en un cúmulo de estrella. Se trata de cuerpos del tipo 'júpiter caliente', masivos y gaseosos, que además hierven por la cercanía a su estrella madre. Para los expertos, este hallazgo demuestra que los pueden surgir en entornos densos.
Según detalla el trabajo, publicado en 'Astrophysical Journal Letters', cada "júpiter caliente" orbita alrededor de una estrella diferente, parecida al Sol, en el clúster conocido como El Pesebre, una colección de 1.000 estrellas que parece pulular alrededor de un centro común.
Se trata de un cluster abierto, o un grupo de estrellas nacido más o menos al mismo tiempo de la misma nube gigante de material. De este modo, las estrellas que lo forman comparten una parecida composición química. Al contrario de la mayoría de estrellas, que se extienden poco a poco tras su nacimiento, estas jóvenes permanecen ligeramente unida gracias a su mutua atracción gravitatoria, apunta el estudio.
En este sentido, uno de los autores, Mario R. Pérez, ha indicado que "se están encontrando más y más planetas que pueden sobrevivir en ambientes diversos y extremos, como este tipo de clústers cercanos". Según ha indicado, "la Vía Láctea contiene más de 1.000 de estos clústers abiertos, que pueden presentar condiciones físicas para albergar a muchos más de estos planetas gigantes".
El científico ha explicado que estos dos nuevos planetas han sido bautizados como 'Pr0201b' y 'Pr0211b', el nombre de sus estrellas correspondientes, seguido por una 'b', utilizando la nomenclatura habitual al descubrir planetas. "Estas son las primeras 'b" en Beehive", ha indicado otro de los autores, Sam Quinn.
El equipo que ha llevado a cabo la investigación ha utilizado para este trabajo el telescopio Tillinghast del observatorio del centro Harvard-Smithsonian en Arizona (Estados Unidos). Gracias a este telescopio han podido medir el ligero bamboleo gravitacional que estos planetas inducen a sus respectivas estrellas.
"El estudio ha sido un gran rompecabezas para los cazadores de planetas", ha comentado Quinn, quen ha añadido que, aunque se sabe que muchas estrellas se forman en entornos de clústers --como la nebulosa de Orión-- y este ambiente denso suele inhibir la formación de planetas, "algunas estrellas del tamaño del Sol en clústers abiertos deberían tener planetas". "Ahora, finalmente se sabe que también se forman ahí", ha apuntado.
IMPORTANTE TAMBIÉN PARA LA FÍSICA TEÓRICA
Los expertos han indicado que estos resultados también son interesantes para los físicos teóricos, que tratan de comprender cómo los 'Júpiter calientes' pueden terminar tan cerca de sus estrellas. Muchas teorías sostienen que estos mundos comienzan con temperaturas más frías y lejos de sus estrellas, antes de migrar hacia el interior y calentarse.
El investigador del programa Orígenes del Sistema Solar de la NASA, Russel White, ha señalado que "la edad relativamente corta del clúster Beehive clasifica a estos planetas entre los más jóvenes conocidos". "Y eso es importante porque establece una limitación en la rapidez con la que los planetas gigantes migran hacia el interior, y saber cuándo lo hacen es el primera paso para descubrir cómo lo hacen", ha indicado.
Los investigadores sospechan que los planetas migraron hacia el interior del clúster porque es rico en metales. Las estrellas del clúster Beehive tienen más elementos pesados, como el hierro, que nuestro sol.
Según White, "las búsquedas de planetas alrededor de estrellas cercanas sugieren que estos metales actúan como un 'fertilizante de planetas', dando lugar a una buena cosecha de planetas gaseosos gigantes". "Los resultados obtenidos en este trabajo sugieren que esto puede ser cierto también en los clústers", ha concluido el autor.
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