Antonio López/ La Verdad
Estaba haciendo la ronda matutina por bares y restaurantes de Los Dolores reponiendo tabaco en las máquinas expendedoras, pero a la salida de uno de los establecimientos se llevó la sorpresa. Unos ladrones le habían abierto la furgoneta y la habían desvalijado por completo. El botín: doscientos cartones de tabaco, que superan los 8.000 euros de valor, y mil euros en monedas de cambio.
Así relató ayer a este diario el dueño del estanco ubicado en la calle Floridablanca, justo en la plaza Tulipán, en Los Dolores, el momento vivido por su nieta, la repartidora. La joven vendedora se encontraba sobre las diez de la mañana en un salón de juegos ubicado cerca de la rotonda de entrada a ese barrio, reponiendo cajetillas de tabaco a una máquina expendedora y cambiando el precio de las mismas. Una rutina que realiza cada mañana por varios bares de la zona.
Apenas veinte minutos después de haber entrado al establecimiento acabó su trabajo y salió de él para seguir su ronda, pero le fue imposible. Al acercarse a su furgoneta se percató que alguien la había abierto. «Han utilizado un destornillador o algo parecido para hacer saltar el pestillo y luego se lo han quitado todo», explicó a este diario el dueño del estanco, abuelo de la vendedora, Bartolomé Martínez.
El parachoques, roto
Según testigos presenciales, los dos ladrones, en el momento de su huida, se montaron en un vehículo que tenían preparado muy cerca del lugar y al salir a la carretera chocaron con otro coche. El impacto provocó que el parachoques se les desprendiera de la carrocería y con él la matrícula.
Tras el accidente, los cacos se dieron a la fuga. Según testigos presenciales, «conducían un Citroën Xsara, con el que se fueron dirección a San Félix», dijo Bartolomé Martínez. La segundos fueron los que se hicieron cargo del caso, por lo agentes de este cuerpo realizaron una batida por la zona para intentar localizar el vehículos que los testigos presenciales y el conductor del coche accidentado dijeron haber visto.
Los agentes se llevaron el paragolpes para investigar la procedencia del vehículo con el que los ladrones se dieron a la fuga. No se descarta que pudiera ser robado, ya que el 'modus operandi' de estos grupos delictivos es: primero robar un coche y después utilizarlo para perpetrar sus fechorías.
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