La factoría recibirá este año inversiones de casi 20 millones y alcanzará una producción del 75% de su capacidad total
01.03.09 -
J. MOLLEJO / G. MÁRMOL MURCIA/ La Verdad
La redistribución de cargas entre las plantas de producción que Sabic Innovatie Plastics posee en todo el mundo convertirá este año al complejo de La Aljorra en el referente mundial de la multinacional saudí en la producción de policarbonatos, según explicó a La Verdad el director de la factoría de Cartagena, Jeroen Castelijn.
Para conseguirlo, los planes de Sabic para el complejo cartagenero prevén la inversión este año de entre 15 y 20 millones de euros en mejoras (el pasado año, la inversión rondó los 25 millones de euros) y alcanzar un 75% de la capacidad total de producción.
«No son malos números dada la actual coyuntura», indica Castelijn, quien subraya, como contrapunto, la caída en un 30% de las órdenes de venta que ha registrado la multinacional de capital saudí.
Ventajas competitivas
A pesar de las perspectivas favorables, el director de la factoría se muestra prudente a causa de la profundidad de la recesión económica mundial: «Al día de hoy podemos decir que nuestra previsión es que durante 2009 Cartagena va a ser el referente global del grupo y será la responsable de un porcentaje muy alto en la producción de Sabic, pero, ante la situación de incertidumbre actual, no podemos predecir con certeza cuándo se iniciará la recuperación», explicó.
Con el fin de mantener el mayor nivel de producción y eficiencia en las plantas más competitivas, Sabic redistribuye las cargas entre sus factorías de todo el mundo, aprovechando para ello las paradas técnicas que realizan.
Como consecuencia de este plan, una de las plantas de policarbonatos de Cartagena estuvo parada en las últimas semanas para realizar labores de mantenimiento, y reanudará su actividad en breve, coincidiendo una parada más prolongada de otra planta de Sabic en Estados Unidos.
Castelijn destaca que el complejo de La Aljorra «es extraordinariamente competitivo en tecnología y seguridad en el trabajo, y está muy bien posicionado por su rendimiento». Para incrementar estas ventajas, la compañía programó, incluso antes de la caída de las ventas, la aplicación de una serie de medidas para reducir costes.
Estas medidas, que según el director han sido bien acogidas por los empleados, incluyen asumir ciertas tareas realizadas hasta ahora por contratas externas y suprimir otras sin valor añadido, y suponen también «un cambio de cultura, al darles mayor responsabilidad y libertad para que puedan contribuir al éxito del negocio».
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