José Alfonso Pérez/ la Verdad
Escribía el Alcalde en su prólogo al programa de las Fiestas del Rosario 2011 que «aunque cueste el ánimo, os invito a que saquéis a relucir vuestro optimismo y que todos juntos llenemos estos días las calles y plazas, que bullan los corazones de alegría porque lo que toca ahora es vivir y disfrutar, cantar y bailar, reñir y soñar». En el día del Pilar y la Hispanidad, las fiestas llegaron a su fin y, sin duda, puede afirmarse que los deseos de Bernabé se cumplieron.
Han sido pocos días de programación, desde el pasado jueves 6, pero es que las arcas municipales no dan para más. Sin embargo, la multitudinaria y activa participación ciudadana y de las peñas ha suplido las carencias rebosando de colorido y buen ambiente el recinto ferial de la Plaza Joaquín Costa, la calle Mayor y las atracciones de feria, en la Maquinista de Levante.
El concurso de paellas, la cabalgata de disfraces, el desfile de carrozas, la fiesta rociera, la procesión de la Patrona, la coronación de la reina y damas, una gran barbacoa popular o las actuaciones del cantaor Manuel Cuevas y de la orquesta La Mundial, por citar algunas actividades, han despertado el entusiasmo de los vecinos, que literalmente se han echado a la calle. Este miércoles fue un ejemplo más. El tiempo volvió a acompañar y centenares de personas guardaron pacientemente cola para almorzar en fraternidad con migas y cerveza.
Además de la sartenada de migas, el programa de fiestas se finiquitó con un almuerzo motero en la calle Mayor, la Misa del Pilar, un homenaje a la Bandera, el gran desfile de carrozas y como colofón, a medianoche, un castillo de fuegos artificiales.
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