La oposición no ha entrado al debate de la cuestión de confianza en protesta
Radio Televisión Española
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El gobierno ha pasado la quinguagésima primera cuestión de confianza. Han votado sí 316 sobre una mayoría de 309.
Nada más conocerse el resultado los diputados el centro derecha ha estallado en aplausos porque no las tenían todas consigo.
Esta mañana ha amanecido con nubes en el arco parlamentario italiano. Lo que ayer parecía un mero trámite, se ha convertido en un pasto de dudas desde temprana hora.
El voto ha sido interminable porque los dipuitados de la oposición no han acudido a la primera llamada y lo han hecho solo cuando se ha verificado que había mayoría en la cámara. Por eso se ha realizado prácticamente dos vueltas llamando uno a uno a todos los parlamentarios. Todo un récord: 110 minutos han durado las votaciones.
Más que un trámite
La quincuagésima primera cuestión de confianza de la legislatura estaba llamada a ser un trámite más que contribuya a ralentizar la parsimoniosa actividad parlamentaria italiana.
Los diputados de la mayoría Sardelli, Destro y Gavana anunciaban que no apoyarían al gobierno. Y así llegaron los nervios, la incertidumbre, las intrigas de pasillos y las conversaciones apartadas. El propio Berlusconi confesaba que no estaba del todo seguro.
Y a todo se le suma un gobierno en estado vegetativo desde hace tiempo y en parálisis total: ocho meses para cambiar al anterior ministro de industria. Incapacidad para nombrar al gobernador del Banco de Italia una vez que Draghi tiene las posaderas asentadas en el Banco Central Europeo.
El drama italiano se completa con una oposición limitada a pedir la dimisión del primer ministro, no elecciones anticipadas. Son conscientes de que no hay liderazgo tampoco en el centro izquierda y no se sienten capaces de ganar unas elecciones , incluso en esta situación desastrosa para el centro derecha.
Último tropiezo
A esta situación se ha llegado después de que el Gobierno no consiguiese el apoyo necesario para aprobar el texto sobre las cuentas del Estado de 2010, pues la ratificación se tuvo que suspender al producirse un empate de 290 votos a favor y 290 en contra en la votación del primer artículo.
Un empate que se produjo debido a las numerosas ausencias en las filas de la mayoría y a llamativas abstenciones como la de su ministro de Economía, Giulio Tremonti, y la de su socio, el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi.
Asimismo, contribuyó al empate el plan urdido por la principal formación en la oposición, el Partido Demócrata (PD), que dejó pensar que había numerosas ausencias entre sus bancos para después entrar en masa en el momento de la votación, sorprendiendo a la mayoría, que hasta el momento creía que contaba con el apoyo necesario para hacer pasar el texto.
Por todo ello, los miembros del Gobierno afirmaron que se trató de un "incidente técnico" y el ministro de Exteriores, Franco Frattini, aseguró que el Ejecutivo logrará superar la cuestión de confianza sin problemas e incluso con más votos de los previstos.
Berlusconi compareció el pasado jueves ante la Cámara de los Diputados, en una sesión en la que no tomaron parte los miembros de la oposición, para solicitar la confianza al hemiciclo en un discurso en el que pidió ser respaldado "ante la falta de una alternativa creíble para defender al país de la crisis".
El primer ministro destacó que "solo si falla la cuestión de confianza se debe ir a las elecciones, como indican las bases de la democracia. No hay alternativas", subrayó para alejar la hipótesis de un gobierno técnico.
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