José Alberto González/ la Verdad
Las oleadas de pateras de inmigrantes del África del norte y subsahariana, que en casos como los que salieron ayer a la luz en la playa de Calblanque mueren sin alcanzar su sueño de una vida mejor o simplemente digna, no son el único problema relacionado con la llegada de extranjeros al que se enfrentan los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Al igual que en la aventura de echarse al mar desde Argelia para alcanzar la costa española, en la actividad de clubes de alterne y otros negocios hay muchas veces detrás una red ilegal de tráfico de seres humanos que se enriquece a costa de la explotación laboral y sexual.
En el último año, la Policía Nacional ha aumentado la lucha contra estos grupos, y solo en la comarca de Cartagena ha detenido a 48 personas acusadas de participar, con distintos niveles de responsabilidad, en tareas como el traslado de personas desde otros países de Europa e incluso de otros continentes (sobre todo Ámerica y Ásia), la falsificación de documentos o el cobro de la deuda que exigen a sus víctimas mediante coacciones a ellas o a sus familiares en los países de origen.
«Se ha aumentado el número de componentes del Grupo de Investigación contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales, ya que consideramos que una faceta importante de la actuación policial, es la lucha contra las redes internacionales de tráfico de seres humanos, procedentes de terceros países, especialmente destinados a su explotación laboral o sexual», ha destacado recientemente el comisario Alfonso Navarro.
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