Detienen a quince meretrices, clientes y proxenetas, la mayoría de ellos de origen rumano
JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ/ La Verdad
Desde hace varios días se avecinaba una nueva redada en el casco antiguo contra el problemático combinado de inmigración ilegal, explotación laboral y prostitución, y el momento llegó ayer al caer la tarde.
Agentes de la Comisaría de Policía Nacional desplegaron en las calles San Fernando, San Cristóbal la Larga, San Vicente y Las Beatas un fuerte dispositivo que se saldó con la detención de una quincena de prostitutas, clientes y presuntos proxenetas. La mayoría de ellos son de origen rumano, aunque también hay marroquíes y españoles.
En cuestión de pocos minutos, los funcionarios policiales -que actuaron bajo la supervisión del comisario, José María García- cercaron con varios vehículos varias vías del corazón de la ciudad tomadas en los últimos meses por decenas de meretrices que ofrecen sus servicios sexuales en pisos y hasta en portales.
Las pesquisas realizadas por los agentes durante varios meses les llevaron a practicar arrestos de clientes habituales de las prostitutas.
Según fuentes policiales, los agentes han recabado datos sobre posibles negocios ilícitos que se esconden tras el alquiler de casas en la zona y confían en que el testimonio de varios detenidos permita llevar a los tribunales a los chulos que se aprovechan de mujeres extranjeras (casi con toda probabilidad, compatriotas con situación de estancia ilegal en España) para su explotación sexual.
La Policía quiere repetir el éxito de la redada que llevó a cabo en febrero en la calle Cuatro Santos y la plaza de San Francisco para luchar contra las tramas de la prostitución y dar un paso más en la lucha contra quienes violan los derechos de los extranjeros.
La redada fue seguida por muchos vecinos, la mayoría magrebíes y subsaharianos que viven en el casco histórico.
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