La dirección del Rosell pide a sus médicos que reduzcan gastos sin rebajar la calidad sanitaria

«Tenemos que disminuir algunos costes, pero no lo notarán los pacientes», asegura el gerente Sanidad asegura que centra sus esfuerzos de inversión en el futuro hospital comarcal PEDRO CONESA/ La Verdad

Recortar gastos en un hospital es casi imposible, pero la mala situación económica por la que atraviesa el Servicio Murciano de Salud (SMS), cuyo déficit acumulado supera los 417 millones de euros por las deudas de otras administraciones, obliga a todos los servicios sanitarios a apretarse el cinturón pero sin rebajar un ápice la calidad sanitaria. Los pacientes no notarán ni verán mermados sus servicios, pero los gestores económicos han comenzado a estrujarse la cabeza para reducir los gastos corrientes. Entre trabajadores del hospital universitario Santa María del Rosell aseguran que los responsables de la Consejería de Sanidad han pedido a los gestores que en los próximos meses frenen en la medida de sus posibilidades los costes. Éstos a su vez han informado de la delicada situación económica a los jefes de sección para que hagan una gestión más eficiente de los recursos. «En medicina es complejo reducir gastos. Ahora tenemos que hacer una economía doméstica y un uso racional de todo lo que consumimos. Tenemos que reducir gastos en algunos aspectos pero no lo notarán los pacientes. Eso nunca. Habrá más control, eso es evidente. Daremos la mejor prestación y nunca frenaremos la inversión», explicó el director gerente del hospital universitario Santa María del Rosell, Manuel Ángel Moreno. Los sindicatos, contrarios Los sindicatos no dicen lo mismo. Aseguran que en las últimas semanas existe malestar entre los médicos debido a que las peticiones realizadas a la dirección (algo normal cada vez que hay nueva gerencia) no se llevarán a cabo y temen que sus equipos no sean renovados en los próximos meses. Ese extremo ha sido rotundamente desmentido por el gerente Manuel Ángel Moreno. Uno de los mayores gastos del Rosell es el de personal. Los responsables sanitarios han reconocido que la implantación de la jornada de 35 horas no ha beneficiado a las arcas sanitarias ya que ha sido necesaria la contratación de más personal. Una situación que seguirá sucediendo en el Rosell, a menor ritmo, como denuncian los sindicatos. Desde que comenzó el pasado 1 de enero la nueva jornada ha supuesto la contratación de más de un centenar de personas. La mayoría es personal de enfermería, auxiliares y administrativos en un centro en el que ya trabajan más de dos mil personas. Los responsables de las cuentas sanitarias quieren mandar un mensaje de tranquilidad a los usuarios del sistema, y reconocen que los futuros proyectos e inversiones del hospital no corren riesgo pero «si serán minuciosamente estudiados». «Lo que se está pidiendo a todo el mundo es un uso racional de los medios no sanitarios, Insisto, no sanitarios. No se van a dejar de hacer pruebas», aseguró el propio secretario general de la Consejería de Sanidad, José Luis Gil. El número dos de la consejería reiteró que no se escatimará en la asistencia sanitaria y confirmó que el próximo año aumentará el presupuesto para asistencia especializada en Cartagena al menos un 5%. Gran esfuerzo En el horizonte de los responsables sanitarios de la ciudad está la construcción del futuro hospital que se levantará en Santa Lucía. A pesar de la crisis, la Consejería ha centrado sus esfuerzos para dotar al centro con la última tecnología para diagnóstico y tratamiento. Por ese motivo, se le ha pedido a los médicos del Rosell que guarden sus demandas hasta que se trasladen al futuro centro, que se calcula que se hará en el verano del 2010. La Consejería confía que en enero del 2011 esté a pleno rendimiento. «Tendremos lo último en el nuevo hospital. No se pueden comprar nuevos instrumentos caros si ya se han comprado para el nuevo hospital. Eso es evidente. Tenemos que hacer un uso racional de la inversión», añadió Moreno. Desde la Consejería de Sanidad insisten en que el futuro hospital se llevará la mayor inversión de la historia de la sanidad murciana. Tendrá servicios innovadores como una unidad de quemados y radioterapia.