El académico, quien asegura que "no hay esperanza" para su retorno a la literatura, cree que la política "generalmente estorba" en las letras
Público.es
EFE - Valladolid - 09/10/2008 11:35
El copioso caudal de relatos ambientados e inspirados en otras épocas que han experimentado las letras españolas durante los últimos años no ha supuesto una excesiva sorpresa para el académico Miguel Delibes, ya que "en rigor, todas las novelas responden a un tiempo de nuestra historia".
Delibes se muestra absolutamente convencido de que no volverá a empuñar la pluma con fines literarios: "No hay esperanza" puesto que "el escritor se acabó hace diez años en el quirófano", considera que la ética debe presidir cualquier tipo de relato y advierte de que la política "generalmente estorba" en las letras.
"A mi entender, como en la vida, en la novela debe regir y aplicarse una moral" y la política "vale como tema parcial siempre que el novelista sea un narrador y no un propagandista", ha precisado el autor de Las ratas, que en 1998 sorprendió con una novela larga y compleja en su gestación: El hereje.
'El hereje', el selló
"No concibo una novela no histórica, aunque lo más frecuente es que sean contemporáneas del narrador", ha reflexionado hoy en una entrevista concedida a Efe el escritor Miguel Delibes, que hace diez años selló su obra con la publicación de El hereje (1998) y que en cierto modo supuso el arranque de un subgénero abundante y de éxito.
"No concibo una novela no histórica"
De esa modalidad narrativa "podríamos decir como de las perdices: los últimos años la novela histórica ha criado bien", ha añadido el escritor vallisoletano, que la próxima semana cumplirá 88 años y que en los próximos días verá una edición conmemorativa de El hereje (Destino) y dos nuevos tomos de su obra completa.
Supuso su regreso a la gran novela después de "Madera de héroe" (1987) y su estreno con el subgénero histórico después de cincuenta años de compromiso con las letras, al mismo tiempo que daba por cerrada su obra si se exceptúa las conversación sostenida con su hijo primogénito, el biólogo Miguel Delibes de Castro, en "La tierra herida" (2005).
"Los caminos de la novela son infinitos y de vez en cuando hay que echar un pulso a los deseos", ha manifestado respecto a la gestación de un libro que al cabo de una década ha observado con satisfacción que "sigue siendo sobresaliente".
Reflejo de sí mismo
Cerca de tres años invirtió en la elaboración del que ha sido el único relato de ficción donde Miguel Delibes ha aludido de forma expresa y literal a Valladolid, la ciudad donde nació el 17 de octubre de 1920, donde ha residido siempre y el lugar donde ha germinado su obra junto a su refugio de Sedano (Burgos).
"Una llamada, que no se bien de donde procede pero que vale para escribir un libro" es todo lo que ha necesitado siempre el académico a la hora de enfrentarse al blanco de las cuartillas para materializar sus creaciones, que "creo que salen de la cabeza" y en cuyo contenido también se refleja a sí mismo.
"Seguro que mucho, muchísimo. Yo suelo decir que si en una obra completa no cabe un hombre entero, no hay tal", ha agregado antes de admitir que en sus relatos siempre se han filtrado asuntos personales, "de los míos y de los ajenos".
Medio siglo de obra
A sus casi 88 años y con el bagaje de una obra forjada durante más de medio siglo, caracterizada por el humanismo y la defensa de la naturaleza, no acaba de estar convencido de que la sociedad se haya dado cuenta de sus desmanes contra el propio hombre.
"Me gustaría estar seguro de que el progreso moral de la sociedad avanza, pero no terminamos de dejar atrás nuestros pecados de siempre. Con todo, no cabe otra que conservar la esperanza", ha manifestado a este respecto un escritor que no lo hubiera sido si en 1948 no hubiera ganado el Premio Nadal.
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