Durante el acto, el escritor cartagenero anunció que ya está preparando una nueva novela y planea la edición de dos nuevas entregas de "Alatriste"
El escritor presentó en Murcia su última novela, inspiradaen la batalla del 2 de mayo Nueva Línea
ANTONIO AYUSO/EFE
Hace ya casi dos años que Arturo Pérez-Reverte concluyó su novela Un año de cólera en la que desarrolla la revuelta del 2 de mayo. Desde entonces, la obra ha cobrado ya vida propia gracias a sus lectores y a la conmemoración del bicentenario de la efeméride histórica.
Es, pues, un buen momento ya para que su autor charle de ella con sus admiradores murcianos.
El ciclo "Diálogos literarios", que coordina José María Pozuelo Yvancos y que se incluye dentro de la Semana Grande de CajaMurcia, posibilitó este encuentro ayer por la tarde.
Lo primero que reconoció el escritor, en un coloquio distendido con los periodistas previo al encuentro con los lectores, es que "Un día de cólera" ya es una obra muerta para él, debido a que “las obras una vez están escritas desaparecen”. El escritor indicó que los protagonistas del levantamiento del 2 de mayo de 1808, gente anónima proveniente del pueblo bajo, pelearon “porque los franceses les estaban fastidiando y estallaron en un día de cabreo”, apuntó.
Así, Pérez Reverte quiso con su obra derribar la simbología “folclórica y patriótica” que acompaña a este acontecimiento y que proyecta una “iconografía de sentimiento nacional que es falsa”.
El escritor comparó el proceso de documentación para escribir "Un día de cólera" con “los inicios del amor” e indicó que “fue una experiencia personal conmovedora descubrir el Madrid de la época, seguir los pasos de los pequeños nombres, recorrer sus calles amueblando los lugares, ubicando a los personajes”.
Por otra parte, se mostró convencido de que los españoles lúcidos que decidieron apoyar la revuelta del 2 de mayo y apostar por la independencia “lucharon por una causa equivocada, pues sabían que el futuro era Francia, pero estaban matando a su gente”. “Es la gran tragedia del 2 de mayo”, concluyó PérezReverte, que considera que la guerra supuso el enfrentamiento entre “la España violenta y reaccionaria y la Francia de la razón”.
El escritor cartagenero aprovechó su comparecencia para anunciar que actualmente trabaja en una nueva novela y que planea la edición de dos nuevas entregas de su serie “El capitán Alatriste”, aunque ahora no se está dedicando a éstas.
Pérez-Reverte indicó que se enfrenta a un sentimiento desconocido hasta ahora para él, pues “ha llegado un momento en el que por la edad” tiene “que elegir entre estas historias, y es un drama saber que hay novelas que no verán la luz”.
El autor de “Territorio Comanche” también analizó la política actual, que definió como “irresponsable” y “vacía de cultura”, donde “si chupas las botas apropiadas, no necesitas leer, sólo tienes que ser un buen chico de partido”. “La política es una forma infame de ganarse la vida, donde el honor nunca sobrevive”, añadió, un problema que se extiende al ser humano en general, pues opina que éste ha perdido la inocencia.
El escritor también juzgó la ley de Memoria Histórica como un ejemplo de política “irresponsable”, pues "cuando se ha conseguido el milagro de la convivencia, es peligroso desenterrar fantasmas”.
Afirmó que los políticos no saben asumir los conflictos porque no tienen cultura ni referencias de lo que ya ha pasado, y consideró que “a una sociedad analfabeta le corresponden unos políticos analfabetos”, pues son los representantes que la gente ha elegido.
Por último, Pérez-Reverte quiso lanzar una pregunta al aire: “¿Hasta qué punto debemos tener compasión de un mundo que hemos destruido nosotros mismos?”. "Un día de cólera" La nueva novela de PérezReverte consta de unas 400 páginas y se puede adquirir por unos veinte euros. En sus páginas se narra uno de los capítulos más populares de la Guerra de la Independencia (1808-1814): el levantamiento del Dos de Mayo de 1808, que enfrentó a los españoles, con la ayuda de Portugal y el Reino Unido, a las tropas francesas dirigidas por Napoleón I.
Los lectores habituales del autor de Cartagenaq ya sabrán que la Guerra de la Independencia es un tema que gusta mucho a Pérez-Reverte, que ya lo había desarrollado desde otros puntos de vista en sus libros El húsar (1986 –revisada en 2004), La sombra del águila (1993) y Cabo Trafalgar (2004). Ahora, a estos se suma "Un día de cólera", aunque el autor advirtió que en esta ocasión ha buscado en su escritura una técnica más “documental”, con un lenguaje más llano aunque muy trabajado. Así comienza el primer capítulo de esta novela: Siete de la mañana y ocho grados en los termómetros de Madrid, escala Réaumur. El sol lleva dos horas por encima del horizonte, y desde el otro extremo de la ciudad, recortando torres y campanarios...
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