La Policía Local comenzó en Navidad una campaña para retirar de la vía pública todos los objetos que, careciendo de licencia municipal, dificultan el paso a los peatones. Bares y quioscos son los negocios donde los agentes aplican con mayor rigor las ordenanzas municipales, aunque también pretenden que desaparezcan de las calles mobiliario utilizado para repartir publicidad y periódicos gratuitos. Incluso máquinas y juegos para niños instalados en la puerta de bares, tiendas y estancos.
«Hay que cumplir la Ordenanza de Vía Pública y ése es uno de mis objetivos prioritarios para el 2009», anunció ayer el concejal de Vía Pública y Seguridad Ciudadana, Enrique Pérez Abellán. El edil recordó que los hosteleros que montan con autorización municipal terrazas en el exterior de sus negocios deben utilizar las sillas, mesas y sombrillas de materiales y diseño que establece la norma. Ésta, por ejemplo, prohibe el mobiliario de plástico y con marcas publicitarias.
En cuanto a los quioscos, Pérez Abellán recordó que no deben invadir la vía pública con cajas de cartón ni expositores, aunque reconoció que en este caso no está reglamentado.
Ultimátum
Aun así, quioscos como el de la calle Mayor han recibido en los últimos días diversos avisos de los agentes municipales y en algunos casos, un ultimátum. «A mí me han dicho que quito los expositores o me los requisan», explicó Pedro Gomariz, de Revistas Mayor, quien lleva cuarenta y cinco años sacándolos a la calle. Gomariz dice que obligarle a meter dentro de su local los periódicos y las revistas es lo mismo que echar la persiana.
Pérez Abellán aseguró que la campaña emprendida por su departamento no pretende perseguir a los pequeños empresarios, sólo dejar en las calles más espacio para los peatones. «Hay sitios donde no puede haber ni mesas ni sillas, porque las personas tienen que bajarse de la acera. Y lo más importante, ni mayores ni minusválidos pueden pasar», añadió el concejal.
En su interés por dejar más espacio a los peatones y adecentar las calles, Pérez Abellán también está en conversaciones, aseguró, con Iberdrola. Su propósito es que entre la compañía eléctrica, los dueños de edificios y el Ayuntamiento hagan desaparecer cables colganderos que afean las fachadas de la ciudad.
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