Como muchos cartageneros, el doctor José Luis Selma, presidente de la junta distrital del Colegio de Médicos de Cartagena, tiene las esperanzas puestas en el nuevo hospital general comarcal. Sin embargo, es consciente de que el futuro centro no es suficiente para atender la demanda de la población del Área II de Salud, sobre todo por su constante crecimiento. Selma apuesta por mantener el Rosell como un segundo hospital a pleno rendimiento.
MARÍA JESÚS GALINDO Otorrino en el Rosell, el doctor José Luis Selma está al frente de la junta distrital del Colegio de Médicos de Cartagena. Padre de dos hijos, tiene 53 años y lleva más de 25 años trabajando en la sanidad pública. ¿Qué opina de que Sanidad tenga planeado distribuir los servicios sanitarios entre el Rosell y el futuro Hospital General Comarcal?Me parece acertado, siempre que el Rosell tenga una asistencia activa y no quede como un centro para cuidados paliativos o un hospital aparca-viejos. Sería una pena con la inversión que se ha hecho, ya que está preparado para asumir una actividad importante. En mi opinión, Cartagena tiene la suficiente cantidad de población, sobre todo, con el incremento que sufre en verano, para tener dos hospitales ya que uno solo se colapsa. Lo más sensato es sectorizar la población y distribuirla entre los dos centros. La consejera de Sanidad, Mari Ángeles Palacios, avanzó en diciembre que no se duplicaran servicios y que la puerta de Urgencias se mantendrá abierta. ¿Qué opina? Está claro que hay servicios, como por ejemplo Hemodinámica, que no merece la pena duplicar, pero hay otros como Oftalmología, Otorrino, Cirugía y Trauma que tendrán que mantenerse. Además, el hospital nuevo va a quedar pequeño y la segunda puerta de Urgencias es vital y tiene una prioridad absoluta con un equipo mínimo de especialistas que la atiendan. ¿El cáncer y el sida son las principales amenazas para la población en el siglo XXI? Es cierto que en mi terreno seguimos teniendo unas cifras importantes de cáncer de laringe y de cuello y también que el sida no ha disminuido, pero la espada de Damocles de la sociedad son el sida, el cáncer, las enfermedades del corazón y los accidentes de tráfico. Es mucho más complejo: cada vez hay más chavales tetrapléjicos por los accidentes al conducir bajo los efectos del alcohol. En el caso del cáncer, se ha avanzado mucho en los últimos veinte años y la expectativas de supervivencia son muy altas en el caso de laringe, mama y pulmón. Sin embargo, en el cáncer de páncreas y de hígado, que son más profundos, aún estamos en la prehistoria.La falta de especialistas sigue siendo una asignatura pendiente de la sanidad. ¿Qué ocurre?Me parece absurdo que en España, que es un país con los especialistas mejor formados, los médicos que acaban la carrera se vayan a Bélgica o a Francia porque les pagan más. Es una situación kafkiana. Sigue habiendo enfermos en los pasillos del Rosell, ¿Cómo es posible? La sanidad española pide a gritos una reforma. Debe de haber un pacto de Estado entre los grandes partidos para acabar con los hospitales saturados, los médicos agobiados de trabajo y el colapso en Urgencias. Hay más clientes que camas. La sanidad española funciona bien, pero se está viendo desbordada por la ley de la oferta y la demanda y por la educación sanitaria de la población que abusa de la puerta de Urgencias en lugar de ir a su centro. A lo mejor habría que poner en marcha un sistema de copago, que el paciente pagase una cantidad simbólica para ser atendido.
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