Los pequeños que van a catequesis para celebrar su primera comunión deben demostrar que cumplen con el precepto dominical
ANDRÉS TORRES/ La Opinión
Ir a misa todos los domingos no es sólo uno de los mandamientos de la Santa Madre Iglesia, sino también una exigencia para algunos niños que quieran hacer la primera comunión. Así ocurre al menos en algunas parroquias de Cartagena, en las que los pequeños deben demostrar que han cumplido con el precepto dominical y, para ello, tienen que sellar o firmar una vez finalizada la eucaristía.
Este es el caso de la parroquia del Inmaculado Corazón de María, en Barrio Peral. Padres que llevan a sus niños a la catequesis en esta iglesia afirman que los catequistas les dan un folio a los niños con el que deben de acudir a la misa de los domingos y, a la salida, los propios catequistas les ponen el sello que demuestra que han asistido ese día. "Nos dicen que si el niño falta, no podrá hacer la comunión", comenta la madre de uno de los pequeños, que critica esta forma de obligarles a asistir a misa los domingos. "Creo que debe ser una decisión personal, pero no una imposición. Además, los niños son muy pequeños para ir solos, por lo que con este método, también nos obligan a ir a los padres", señala esta madre.
También se utiliza un sistema de control de asistencia de los niños a misa los domingos en la parroquia de Santa Ana, situada en el polígono residencial del mismo nombre. El propio párroco reconoció que se les entrega un libreto a los pequeños y se les pone una pegatina cada domingo que acuden a misa. No obstante, el sacerdote sostiene que no se trata de una forma de coaccionar a los niños ni a sus familias, sino de animarles a acudir a la Iglesia. "Ningún niño se va a quedar sin hacer la comunión porque no pueda venir un día", resaltó.
El párroco de Santa Ana cree que los padres siguen teniendo fe y que no acuden a misa los domingos por comodidad. Y cree que con este método, los propios niños son los que hacen que sus progenitores vayan a la Iglesia.
Además, este sacerdote comenta que es una práctica habitual en las parroquias controlar la asistencia a la misa de los niños que van a hacer la primera comunión y que en muchas de ellas tienen que firmar o sellar un folio que les reparten a los pequeños. Esta redacción trató de contactar con el párroco de Barrio Peral, pero sin conseguirlo.
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