El Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), en una operación conjunta con el Cuerpo Nacional de Policía, confiscó ayer más de cuatro toneladas de hachís tras abordar un yate que fue detectado cuando navegaba frente a Cabo de Palos. La intervención, realizada por personal del patrullero Arao, se produjo unas diez millas mar adentro. El ritmo lento, la falta de iluminación y los evidentes signos de sobrecarga de la embarcación suscitaron las sospechas de los aduaneros cuando la nave fue observada navegando en paralelo a Cabo de Palos.
Los dos arrestados viajaban con cerca de 150 fardos de hachís y resina de hachís ocultos en todas las dependencias del barco. Uno de los apresados, con antecedentes por hechos similares, es un ciudadano español, mientras que el segundo es un magrebí que aportó una documentación de identidad francesa.
Los arrestados permanecieron custodiados en el yate, de nombre Masquerado, con bandera británica y doce metros de eslora, mientras operarios del SVA ejecutaban las labores de descarga de la mercancía ilegal. El trabajo les llevó más de una hora, debido a la gran cantidad de paquetes y al peso de cada uno de ellos, que ronda los treinta kilogramos de media.
La investigación sigue abierta con el objetivo de poner al descubierto al grupo organizado para el que supuestamente trabajan los dos detenidos. La operación de abordaje fue desarrollada a las seis de la mañana, después de que Vigilancia Aduanera mantuviese bajo control, a cierta distancia, el yate de los narcotraficantes, que avanzaba a muy baja velocidad a causa del peso del hachís.
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