La autopsia confirma la existencia de signos de violencia en el cuerpo encontrado en una bala de cartones, en una planta de reciclaje de El Esparragal
24.03.11 - 00:38 -
RICARDO FERNÁNDEZ | MURCIA./ la Verdad
La Guardia Civil tiene por delante mucho, mucho trabajo. Muy probablemente, no resultará sencillo dar con la persona que acabó con la vida del hombre cuyo cadáver fue hallado, este martes, literalmente empaquetado en una bala de cartones y papeles prensados, en las instalaciones de una planta de reciclaje de basuras de El Esparragal (Murcia).
Las principales hipótesis que barajaban los agentes de la Policía Judicial y de la Policía Científica que han asumido el peso de la investigación se dirigían en dos direcciones bien distintas: una, que se tratara de un indigente que se metió a dormir en un contenedor de papel y que hubiera resultado aplastado accidentalmente; la otra, que hubiera sido asesinado y que el autor del crimen se hubiera deshecho del cuerpo echándolo a un contenedor. De haberse confirmado la primera posibilidad, el asunto habría quedado cerrado en el acto. Pero ha ocurrido lo contrario.
Fuentes próximas a la investigación confirmaron ayer que los resultados preliminares de la autopsia han desvelado que la muerte se produjo por causas homicidas. A lo largo de toda la mañana, especialistas del Instituto de Medicina Legal de Murcia trabajaron intensamente para tratar de sacar a la luz los secretos que ocultaba el cadáver.
No debió de ser tarea sencilla, toda vez que el cuerpo estaba completamente aplastado por la presión de una máquina compactadora. Pese a ello, y según las fuentes citadas, los forenses transmitieron a los investigadores que el hombre había sido asesinado.
No ha trascendido, sin embargo, el método empleado para cometer el crimen (arma de fuego o arma blanca, estrangulamiento, un golpe..., ya que el asunto ha sido declarado secreto por parte del Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia y se está actuando con la máxima discreción.
Otro dato de gran importancia para la investigación, que ayer fue conocido por la Guardia Civil, es la identidad y la nacionalidad de la víctima. El fallecido es un hombre de origen ucraniano, Iván O., de 52 años, de quien se especula que podría llevar una vida de transeúnte.
La prioridad de los policías judiciales es reconstruir los últimos días de Iván O. y determinar las zonas y los ambientes por los que se movía, con el fin de tratar de obtener alguna pista sobre la persona o personas que pudieron darle muerte.
Igualmente están tratando de determinar si el fallecido tenía antecedentes policiales o penales (algo fácil de comprobar a través de los archivos informáticos) y si podía tener alguna relación con organizaciones delictivas de cualquier tipo.
Además se han empezado a analizar las pruebas recabadas en la empresa de tratamiento de residuos, y más concretamente en la bala de cartón, donde se halló el cadáver.
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