Varios agentes del 092 tuvieron que proteger a José Cabezos mientras sus compañeros se manifestaban en el Ayuntamiento
26.03.11 - 02:38 -
JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ |/ La Verdad
El desacuerdo entre el Gobierno municipal y UGT respecto al nuevo convenio laboral de los 1.400 trabajadores del Ayuntamiento de Cartagena derivó ayer una protesta de afiliados de ese sindicato que llevaron a la Policía Local a sacar escoltado del edificio administrativo de San Miguel al concejal de Personal, José Cabezos, y blindar con una hilera de agentes el acceso a la zona de la Alcaldía para evitar incidentes. Lo curioso es que unos agentes protegieron al edil y las instalaciones municipales de otros agentes. En concreto, de unos cuarenta que estaban fuera de servicio y se movilizaron por sorpresa por sus derechos como trabajadores y para afear la firma del acuerdo al resto de sindicatos: Comisiones Obreras (CC OO), Csif y SIME. Todo empezó poco después de las nueve de la mañana, cuando los miembros de UGT, liderados por su secretario general Valentín Pérez, se concentraron de manera imprevista a las puertas de la sala de concejales del edificio de San Miguel. En su interior, Cabezos firmaba con delegados de los sindicatos Comisiones Obreras, SIME y CSIF los nuevos acuerdos de condiciones relativos a funcionarios y personal laboral, incluidos los de los organismos autónomos.
Los manifestantes llegaron provistos de silbatos y trompetas, que hicieron sonar para hacer visible su desacuerdo con el pacto. La protesta fue a más, y las palmas y gritos de los concentrados llevaron a determinar que el concejal, que debía trasladarse al Palacio Consistorial para participar en la reunión de la Junta de Gobierno Local (que aprobó el convenio) saliera de la sala escoltado por dos policías encargados de la seguridad en el inmueble. A continuación, abandonaron las dependencias los representantes de los sindicatos que rubricaron el convenio. Lo hicieron entre gritos de «¡esquiroles!» y, como luego reprochó el concejal a UGT, también entre insultos.
Los manifestantes, aunque ya en un grupo menos grande, se desplazaron al Palacio Consistorial para hacer más visible aún su malestar por un convenio que consideran perjudicial porque establece agravios entre trabajadores y aplaza de forma injustificada hasta 2015 la negociación de mejoras salariales.
Primero se reunieron frente al Palacio Consistorial, donde corearon consignas como «Somos bomberos, queremos más dinero» y continuaron con las palmas y los silbidos. Y, después, entraron en el vestíbulo del edificio.
Ahí prosiguieron con sus protestas, lo que llevó a la dotación policial del edificio a formar una barrera de tres agentes en la escalinata para impedir el acceso a la zona de la Alcaldía y de la sala de prensa. Ahí acababa de terminar la reunión de la Junta de Gobierno Local, presidida por la alcaldesa, y el concejal Cabezos informaba del convenio a los periodistas. Desde la estancia donde el edil daba los detalles del acuerdo (acompañado por el viceportavoz municipal José Vicente Albaladejo y la directora general de Personal, Esperanza Nieto) y criticaba la actitud de UGT, se escuchaban los gritos de los manifestantes. Al final, los trabajadores fueron abandonando el edificio sin incidentes.
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