martes, 30 de junio de 2009

El acuerdo municipal para recalificar Torreciega y un pacto sobre finiquitos da un respiro a la plantilla de Zinsa

El Pleno permite hacer casas en la parcela de la fábrica y la empresa dará las plusvalías a los obreros si cierra JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ CARTAGENA/ la Verdad
Un alivio en una crisis que sufren desde hace más de cuatro años y que ha convertido su conflicto laboral en el más largo de la historia reciente de España. Un salvavidas en medio de un mar de incertidumbres. Eso es lo que recibieron ayer de cara al cobro de indemnizaciones por posibles despido los 250 obreros de Española del Zinc (Zinsa) en Cartagena, gracias al acuerdo del Pleno del Ayuntamiento para la recalificación urbanística de la parcela de la empresa en Torreciega y un pacto interno en la compañía para aumentar el importe de los finiquitos. Aunque los empleados siguen luchando para evitar el cierre de su empresa y mantener los puestos de trabajo, ese doble blindaje económico supone una excepción en la catarata de malas noticias en los últimos meses para la plantilla de Zinsa. Las buenas nuevas contrastaron, no obstante, con una negativa efeméride: nueve obreros cumplieron quince días de encierro en la catedral de Murcia como protesta por su situación. La jornada tuvo su escenario principal en el salón de plenos del Palacio Consistorial, donde los tres grupos municipales (PP, PSOE y MC) se unieron para sacar adelante la aprobación provisional del cambio de uso de suelo para Zinsa. Es una medida que debe ser ratificada por la Comunidad Autónoma y que está condicionada a que la compañía minerometalúrgica cumpla uno de estos dos compromisos. Uno es que traslade su actividad a una nueva fábrica en el polígono de Los Camachos; la alternativa es que, si cierra, destine las plusvalías a pagar a los obreros indemnizaciones. Los 638.000 metros cuadrados que ocupaba la factoría minerometalúrgica, en proceso de desmantelamiento desde hace varios meses, podrán ser vendidos por la compañía para la construcción de unas 3.000 viviendas. De hecho, Zinsa ya ha ingresado 45 millones de euros como anticipo por la venta de los terrenos, a raíz de un convenio privado con la promotora inmobiliaria Quorum. La recalificación, que se basa en un convenio del año 2006 entre el consistorio y Zinsa, debe obtener el visto bueno de la Comunidad Autónoma. Permitiría dedicar unos 300.000 metros cuadrados de edificabilidad a pisos y otros 24.000 metros cuadrados a calles, jardines y otros usos terciarios. «Expansión urbana natural» El concejal de Urbanismo, Joaquín Segado, explicó que una de las claves de la unión política es que el suelo de Zinsa está en un «área de expansión natural de la ciudad» y, por tanto, la catalogación del suelo como de uso residencial y no industrial habría llegado antes o después. «Con la recalificación se asegura, al menos, el pago de las indemnizaciones a los trabajadores, aunque nuestro empeño es que la empresa mantenga su actividad para mantener en Cartagena todos los empleos», argumentó. Las indemnizaciones pactadas por los trabajadores oscilan de sesenta a cien días por año trabajo, lo que supone un importe mínimo de 22 millones de euros. Estos pagos, cuyo importe debería decidir en todo caso un juzgado de Lo Mercantil, han sido recogidos en un acuerdo de garantías pactado ante notario por los trabajadores y la empresa. Según ha sabido La Verdad en fuentes empresariales, los trabajadores han arrancado a su compañía un compromiso formal de actualizar los avales que aquéllos tenían depositados para asegurarse unas indemnizaciones mínimas. El acuerdo supone actualizar el valor de los avales e incluir las subidas anuales del IPC acordadas en la última revisión del convenio salarial. El futuro de Zinsa tiene, ahora, tres claves: la primera es la construcción de una planta solar fotovoltaica en Los Camachos, que tendría 85 empleados y cuyos trámites de apertura van a ser agilizados por las administraciones para que estén listos en seis meses. La segunda, que Zinsa presente un nuevo plan de viabilidad para que la Comunidad y el ICO (Instituto de Crédito OFicial) avalen su proyecto de nueva planta de zinc, algo necesario para solventar sus problemas de liquidez. Ampliación de capital La administración regional acaba de rechazar el plan de viabiilidad presentado, porque falta un estudio de mercado y garantías de que habrá capital e inversores suficientes. La tercera clave es que la Comisión Nacional de Mercado de Valores permita a Zinsa ampliar capital y hacer una oferta de acciones atractiva para posibles inversores.

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