Decenas de miles de trabajadores toman la Gran Vía en la «mayor manifestación laboral de la Región», según los sindicatos
CC OO y UGT estiman en 80.000 los manifestantes, y avisan de que habrá más movilizaciones «si el Gobierno no da marcha atrás»
Una marea de indignación y protesta tomó ayer la Gran Vía murciana. Los sindicatos UGT y CC OO celebraron por todo lo alto la «mayor manifestación del movimiento laboral de la historia de la Región» que, según sus cálculos, secundaron más de 80.000 personas. Fue, en todo caso, un reguero de trabajadores que recorrió de forma pacífica el centro de la capital exigiendo al Gobierno la revocación de la reforma laboral.
«Yo he fregado muchos suelos para que de un plumazo se carguen el futuro de mis hijos». Adela Martín, empleada del hogar, fue una de las decenas de miles de personas que ayer se lanzaron a la calle para reivindicar lo que, considera, un ataque a los derechos laborales. «No estoy dispuesta a regresar treinta años atrás», recalcaba, bandera en mano. A tan solo unos metros, Juan González, trabajador en un hospital de Lorca, hacía hincapié en que había secundado la huelga para proteger el servicio que presta. Como Juan, la manifestación contó ayer con una amplia representación de trabajadores de la sanidad y la educación pública, que mostraban así su oposición a los «recortes» que, aseguran, está aplicando el Gobierno.
«Si cobro la mitad, me quedo»
Envuelta en una marea de pitos y lemas, la cabeza de la manifestación partió de la plaza de la Fuensanta de Murcia pasadas las 18.30 horas. La marcha ya prometía ser multitudinaria. «Así, así, ni un paso atrás, contra la reforma, huelga general», «Me dice Rajoy que al paro me voy. Si cobro la mitad me puedo quedar» o «Arriba, abajo, Rajoy nos quita el trabajo» fueron solo algunos de los cánticos que corearon miles de gargantas. Entre el tumulto había una presencia notoria de jóvenes -muchos de ellos estudiantes-, pero también de familias, jubilados, desempleados... En las pancartas se podían leer lemas como 'Reforma laboral, vuelta al pasado', '¡Sin miedo!, tenemos que ser millones' o 'Nos sentimos engañados'.
La marea de manifestantes fue recorriendo de forma lenta y pacífica la Gran Vía murciana. Numerosos comercios se encontraban, a esa hora de la tarde, cerrados y otros tantos fueron bajando la persiana conforme se acercaba la marcha. Pese a los altercados registrados la noche antes, la presencia policial fue escasa y discreta. En las más de dos horas que se prolongó la protesta no se registró ningún incidente de importancia. La cabeza de la manifestación comenzó a llegar a la plaza de la Cruz Roja -el final de la marcha- en torno a las ocho de la tarde. Los secretarios generales de CC OO y UGT, Daniel Bueno y Antonio Jiménez, ya cantaban victoria. «Murcia se nos ha quedado pequeña», clamaban. «Es la mayor manifestación del movimiento laboral y social vivida en la historia de la Región de Murcia».
En la lectura del manifiesto que puso punto y final a esta manifestación, Jiménez hizo hincapié en que el «éxito» de la huelga y la manifestación deben hacer rectificar al Gobierno. «Estamos luchando por entregar a nuestros hijos ese legado de dignidad que nos ha costado sudor y lágrimas». Bueno, por su parte, enfatizó que «hemos sacado adelante esta huelga pese a las coacciones y el miedo». Las futuras movilizaciones se pusieron sobre la mesa, pero sin fecha concreta.
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