CARTAGENA/ Quinientos vecinos logran a precio de 2011 la tarjeta de residente de la ORA

Medio millar se adelanta y renueva la tarjeta entre enero y febrero y se ahorran los 16 euros en que se ha encarecido este año 

20.03.12 - 00:37 -

EDUARDO RIBELLES |

 / la Verdad

Medio millar de personas se ha librado de pagar, este año, los 16 euros de más que cuesta, desde hace diez días, la tarjeta que permite dejar el coche gratis en las plazas de la 'zona naranja' a quienes acrediten mediante ese distintivo su condición de vecinos de la zona. Gracias a su rapidez estas personas pagaron solo nueve euros y no los 25 que cuesta ahora.

La Ordenanza Reguladora del Aparcamiento (ORA) para 2012 incluye una subida que oscila entre el 100%, en los primeros treinta minutos, y el 66% de los intervalos siguientes. El permiso para residentes no solo no ha sido una excepción, sino que supera con mucho esos porcentajes. El aumento es de más del 150%, con lo que prácticamente se triplica el precio del pasado año.

La decisión política responde a las mismas necesidades recaudatorias que la mayor parte de las tasas, impuestos y precios públicos aprobados para el año que acaba de comenzar. En este caso, lo que se ha encarecido no es un servicio municipal cuyo coste de prestación es mayor que el precio que se paga. Se trata de una revalorización al alza de la ocupación de la vía pública, al igual que ocurre con las reservas para terrazas hosteleras y los vados para los garajes y cocheras.

Dos meses de moratoria

En realidad, la actualización de estas tarifas de la ORA fue aprobada a finales de 2011 en una Junta de Gobierno local junto con las del precio del agua, la tasa de basuras y el coste del billete de autobús. Pero han pasado más de dos meses hasta que todo ello ha entrado en vigor. Así que en realidad es como si se hubiera habido una moratoria involuntaria, fruto del tiempo necesario para dar plazo a las alegaciones, aprobar la ordenanza definitivamente y publicarla en el BORM. Ese es el tiempo en el que ha sido posible renovar la tarjeta, para todo el año 2012, a precios del año pasado, porque el periodo para hacerlo comenzaba el 1 de enero.

Esa circunstancia la han aprovechado quinientos ciudadanos para conseguir la tarjeta a precios del año pasado. «El plazo para la ampliación expira todos los años al final del primer trimestre. Lo más habitual es que los residentes dejen caducar sus permisos antes de hacerse con los nuevos. Muchos ciudadanos incluso son multados y es entonces cuando notan que su permiso ha expirado y que deben de solicitar la prórroga», según fuentes municipales.

Eludir el aumento de la tarifa fue un buen acicate para hacerse con la tarjeta antes y ahorrarse ese dinero, pero desde que se incrementó el precio la petición de permisos continúa. «No creemos que la subida vaya a frenar la petición de tarjetas en los días que quedan. Se expiden permisos a razón de veinte al día, más o menos», indicaron las fuentes consultadas. Es más, a este paso, muchas personas volverán a ser multadas por no tener la tarjeta actualizada.

El número de tarjetas en vigor no ha dejado de reducirse desde el pasado año 2008, hasta llegar a más de un 10% en estos cuatro años. De los 3.331 beneficiarios se ha pasado a 2.900 tarjetas expedidas el pasado año, que también pueden reducirse en este. La razón fundamental es que, conforme han pasado los años, la Oficina de Tráfico ha sido más estricta cada vez en el control de si los ciudadanos que las pedían eran en realidad residentes del centro o se aprovechaban de contar con algún pariente que les permitía utilizar los datos de un local o de alguna vivienda vacía para adjuntarla a la petición de una tarjeta.

Al cruzar los datos del censo con las peticiones de personas que declaraban otro domicilio para conseguir los permisos, se han ido denegando autorizaciones que estaban en vigor en años precedentes, a un ritmo de unas 150 cada año. Así, en 2011 el número tarjetas expedidas cayó, por primera vez, por debajo de las 3.000. Esta labor de recortar permisos de aparcamiento se ha extendido , desde el año pasado, a las tarjetas de aparcamiento para periodistas.