El Mar Menor, con la quietud de sus aguas por bandera, volverá a tender su mano para acoger en su palma la tradicional romería marítima que tiene a la Virgen del Carmen como protagonista.
No hay manto más bello que el mar rebosante de flores al paso de una Virgen por la que claman vecinos, pescadores y turistas, estos últimos sobrecogidos por la belleza de una procesión marítima única, alegre y colorista como pocas, con ese inconfundible olor a salitre que impregna su travesía por un Mar Menor que ejerce siempre como perfecto anfitrión, haciendo que sus aguas se serenen más si cabe al paso de la comitiva.
Las actividades en honor a la Virgen del Carmen comienzan ya hoy con la popular ofrenda floral. El acto arrancará en la residencia de la MM Franciscanas, desde donde partirá una comitiva encabezada por la reina de las fiestas y sus damas de honor, a la que podrán sumarse, como manda la tradición, cuantas personas lo deseen con el traje regional, de pescador o de calle. Así, participarán en una ofrenda floral y de productos de la tierra con la que Lo Pagán agasaja a su Virgen del Carmen.
Además, este acto estará amenizado en todo momento por el grupo de coros y danzas El Pinar de la Peña El Caldero.
Sin duda, se trata de un magnífico aperitivo para abordar con fuerzas la jornada sabatina, en la que se celebra el día grande de las fiestas, declaradas de Interés Turístico Regional por su casticismo y su sabor añejo, en una simbiosis de mar y devoción que todo lo conquista.
La jornada arranca tempranera con una diana a cargo de la banda de música de la localidad, anunciando la primera misa del día en honor a la Virgen del Carmen en la plaza de la Constitución.
A renglón seguido tendrá lugar la salida previa de la imagen desde la parroquia de San Pedro Apóstol hasta Lo Pagán. Le esperará una muchedumbre en tierra, pero son también muchísimos los que se apuestan en sus barcos, el de familiares y amigos para escoltar a la Virgen en su salada travesía por las tranquilas aguas del Mar Menor, precisamente rogando por los pescadores, para que no tengan que enfrentarse más a aguas procelosas ni tormentas peligrosas en alta mar.
Entre embarcaciones engalanadas discurre esta romería en un recorrido tradicional que permite disfrutar de la imagen de la Virgen y el Niño desde un punto de vista diferente, como singular es también la ofrenda de claveles en memoria de los hombres de mar fallecidos, dejando una vez más una estampa emotiva que no deja indiferente a nadie: reflejos cristalinos de las aguas marmenorenses que se rompen con el surco de las ondas que dejan los claveles rojos empapados en sal al caer al mar.
En contra de lo que pudiera parecer, el silencio inunda esta procesión marítima, un silencio respetuoso del que participan cada una de las embarcaciones apagando los motres durante lo que dura la travesía.
Son apenas 45 minutos de romería, antes de alcanzar la explanada de la Lonja de Pescados de Lo Pagán, donde se celebrará la popular misa de campaña. Tras ésta, la imagen de la Virgen del Carmen será llevada en procesión por las diferentes calles del pueblo hasta la iglesia del Carmen, donde volverá a quedar depositada.
No será su última parada, ya que tras el castillo de fuegos artificiales de despedida a la Virgen del Carmen que ofrecerá Pirotecnia Ángel Cánovas de Beniaján, la imagen volverá de regreso a la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, donde, ahora sí, descansará hasta el año que viene.
La imagen será recibida con honores por última vez, saludada en este adiós con el emocionado canto de la salve marinera, que rasgará la noche con su Salve, estrella de los mares..., y el disparo de una última traca antes de cerrar las puertas de la parroquia.
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