martes, 12 de julio de 2011

CARTAGENA/ Actividades La Mar de Músicas 12 de julio 2011

Agencias

10:30 H. La Mar de Letras. CIM Universidad Politécnica de Cartagena. Curso Panorama de la Literatura Italiana Actual. Dra. Dª Belén Hernández González: Narrativa Contemporánea.
10:45 H. La Mar de Arte. Sala de Exposiciones Muralla Bizantina. Presentación e Inauguración de la exposición "Suburbios" de Botto e Bruno, con la presencia de los artistas y de su comisaria Oliva Arauna.
11:30 H. La Mar de Arte. Palacio Consistorial. Presentación e Inauguración de la exposición "Arquitectura: Ciudades" de Grabielle Basilico, con la presencia de la comisaria Oliva Arauna.

12:00 H. La Mar de Letras. Salón de Actos del Palacio Molina. Encuentro con el escritor italiano Fabio Geda.
18:00 H. La Mar de Letras. Salón de Actos del Palacio Molina. Taller de Narrativa "Abordo della Fiction" a cargo de Fabio Geda, profesor en el Taller de Creación Literaria Hoden School de Turín.
19:00 H. La Mar de Cine. Nuevo Teatro Circo. Proyección de la película italiana "El Gatopardo".
20:00 H. La Mar de Músicas. Plaza del Ayuntamiento. Concierto de Las Migas. Gratuito.
22:30 H. La Mar de Músicas. Auditorio Parque Torres. Estreno y único concierto en España de Omara Portuondo y Chucho Valdés. 20 euros.
La Mar de Músicas
Omara Portuondo y Chucho Valdés. (Cuba)
Dice Omara que hace mucho tiempo que querían volver a grabar juntos. Ya lo habían hecho en enero de 1997, en los estudios Ojalá de La Habana, con 'Desafíos', un disco financiado por el productor español Manuel Domínguez para su sello Nubenegra. Y lo han vuelto a hacer ahora en 'Omara & Chucho'. La idea de retomar el hilo surgió cuando el pianista acompañó a la cantante en uno de los números de 'Gracias', el último disco de Omara Portuondo, que grabó otro a dúo en Brasil con María Bethânia.Que Omara Portuondo regrese otra vez a La Mar de Músicas no es una sorpresa sino una promesa: la que le hizo el director del festival a la cantante cubana de que cada nuevo proyecto que grabara lo podría presentar en Cartagena. Promesa cumplida. Y aquí está la mujer cuyas lágrimas, tras cantar 'Silencio' con Ibrahim Ferrer en el Carnegie Hall de Nueva York, inmortalizó Wim Wenders en la película 'Buena Vista Social Club'.Mulata chancletera, se titula un número de Lecuona y Galarraga, y así gusta de llamarse a sí misma Omara, que debutó en 1948 como bailarina del Tropicana dónde ya trabajaba su hermana mayor Haydée. Omara acababa de cumplir 18 años. Cantaba en reuniones bohemias y la primera vez que se presentó en un programa de radio para aficionados, el locutor la anunció como "Miss Omara Brown, la novia del feeling" porque cantaba en inglés canciones como 'Stormy weather'. En 1950, ya como cantante profesional, entró en el cuarteto de Orlando de la Rosa. Y, dos años más tarde, pasaría a formar parte de un extraordinario conjunto vocal, al estilo de los cuartetos de voces estadounidenses. Lo dirigía la pianista Aida Diestro y lo formaban Elena Burke, Moraima Secada, Haydée y Omara Portuondo. El éxito del Cuarteto D´Aida fue notable en una noche habanera por la que pasaban artistas de la talla de Nat King Cole.Omara Portuondo y Chucho Valdés se conocen desde los tiempos en que Bebo Valdés dirigía la orquesta de Tropicana. Ya en los años sesenta, cuando Chucho era uno de los fijos de las grabaciones de Egrem, entre los muchos cantantes de la isla a los que tenía que acompañar, estaba Omara. Esa Omara, que como explica el pianista, a veces canta, a veces dice, y con la que comparte en el nuevo disco clásicos del cancionero sentimental como 'Alma mía', 'Esta tarde vi llover' o 'Tú no sospechas'. Casi dos metros de altura para este gigante del piano que se llama Jesús Valdés. El hijo mayor de Bebo, con quien empezó a los cinco años a aprender los secretos del piano, alumbró hace unos meses 'Chucho´s steps', un disco audaz cuyo título es una referencia al 'Giant steps' de Coltrane. Con guiños a Cole Porter y Gershwin ('Begin to be good') y homenajes a los Marsalis ('New Orleans') y a Joe Zawinul ('Zawinul´s mambo'). Polirritmias afrocubanas para una música tremendamente compleja que el creador de los revolucionarios Irakere lleva años orquestando minuciosamente en su cabeza. Hasta ese momento en que, como dice, ya no piensas, tocas.
Las Migas (España)
Las migas son ese plato típico en muchos lugares de España en el que se aprovechan las sobras de pan duro -aunque en la región murciana se hagan con harina- y del que se cuenta que en los territorios cristianos de la península le echaban torreznos de cerdo para distinguirlo de la comida árabe y judía.
En este caso Las Migas son cuatro chicas: Marta Robles, Isabelle Laudenbach, Lisa Bause y Silvia Pérez Cruz. Y su plato es un flamenco dulce y refrescante, heterodoxo, insólito. Podría incluso decirse que lo es sin serlo. Ellas cuentan que se acercan desde las raíces y le suman sonoridades del fado, el tango, la música erudita, las músicas del este de Europa...
Silvia, catalana de Palafrugell, lleva la voz cantante y la acompañan a las guitarras la francesa Isabelle y la sevillana Marta y, al violín, la berlinesa Lisa. Llevan juntas siete años.De Silvia Pérez Cruz ha escrito Esteban Linés en La Vanguardia que "se ha ido forjando un crédito, una fama y un respeto (...) Poseedora de unas cuerdas vocales francamente envidiables (...) Ha nacido una estrella". Y Luís Troquel en El Periódico afirma que "Silvia Pérez Cruz es la voz más excelsa y singular que ha dado Cataluña en lo que llevamos de década (¡como mínimo!)".
En su cuartel general de Barcelona Las Migas se nutren de sus propias composiciones, de la poesía de García Lorca ('El camino de los poetas', 'Fuera de la mar') y de Alberti ('Canto y río'), y de nuevos talentos como los gaditanos Javier Galiana y Antonio Romera 'Chipirón'. En la portada de su primer disco, 'Las reinas del matute', aparecen las cuatro cargando maletas. Lo publicó el año pasado Nuevos Medios, la compañía del recordado Mario Pacheco, y lo produjo Raúl Fernández (Refree). Estuvieron con ellas en el estudio Raúl Rodríguez, el hijo de Martirio, al tres cubano, y Javier Colina con su contrabajo. Cantan y tocan temas tradicionales como 'Los cuatro muleros', 'Los tangos de la Repompa', 'La Tarara' o la copla de Carlos Cano 'María la Portuguesa'. Suenan tangos, alegrías, fandangos de Huelva...
La Mar de Arte.
Botto e Bruno "Suburbios"
Tienen un tirón irresistible -de ternura peculiar y melancolía extraña, casi bucólica- los trabajos de imágenes urbanas desamparadas que han caracterizado, desde sus inicios, las propuestas de la pareja de artistas turineses Gianfranco Botto (1963) y Roberta Bruno (1966). Ellos dicen que quienes no hayan nacido y vivido en los suburbios de las grandes ciudades, difícilmente accederán al sentido y al alcance poético exclusivos de estos lugares, que hoy se saben excluidos por igual del centro metropolitano y de la periferia de la provincia. Son sitios caracterizados por la peculiaridad de sus arquitecturas (fábricas y escuelas cerradas, construcciones en ruina, pasos de nivel abandonados), así como por la condición errática de sus figuras (adolescentes enmascarados, personajes de arrabal, incluidos en este caso los propios artistas), y por las sugestiones espesas de su espacio (atmósferas de desarraigo, fronteras equívocas entre lo construido y el descampado) y de su cielo (tormentosos celajes rojizos y violetas, o, en otros casos, ensabanados de un blanco sucio).Esos cuatro elementos constituyen el repertorio iconográfico de Botto & Bruno, que trabajan en colaboración desde 1992, cuando eran estudiantes de la Academia de Bellas Artes de Turín, en cuyo cinturón extremo siguen viviendo hoy, teniendo ya sitio propio y demanda creciente en la red artística internacional. Sobre esa imaginería realizan fotomontajes, los fotocopian, los agrandan a escala 1/1 sobre papel o PVC, y organizan con ellos instalaciones que ocupan el espacio completo de las galerías de arte o de las salas de los palacios renacentistas y barrocos en que a veces los muestran. El espectador se siente raro, metido literalmente en estos decorados de la marginación -dotados de un atrezzo de miseria-, escenarios exteriores introducidos en ámbitos de la "alta cultura". Todo ello, acompañado de sonido: con predilección por canciones de grupos rock o punk.
La sombra de los arrabales de Pasolini y de los caracteres herméticos de Antonioni planea sobre estas instalaciones, en las que asimismo vuelve a alentar el espíritu del arte "pobre", una tendencia originada en Italia con el apoyo conceptual del crítico Germano Celant, y consagrada urbi et orbi en la exposición que le dedicó precisamente el Museo Cívico de Turín en 1971. Coinciden también, pues, Botto & Bruno en ese propósito de dar voz pública a quienes no la tienen, y en postular "un arte que, en sustancia, es anticomercial, precario, trivial y antiformal, comprometido ante todo con las cualidades físicas del medio, con la mutalibilidad de los materiales y con la realidad total", a la que interpretan de una forma propia hasta lo difícil -una forma privada-, sin esquivar la dureza física del motivo, para sublimarlo en la intensidad de la poesía. Un arte que da fe del dolor de nuestro mundo, centrado en la ciudad.La utilización de distintos medios, del dibujo al vídeo, configura una obra muy sugerente, en parte gracias a la perfecta adaptación del medio a las necesidades de una obra conceptualmente muy poderosa.En 2004 fue la primera vez que Botto & Bruno realizaran en España uno de los grandes ambientes que han jalonado su meteórica carrera tras su aparición en la Bienal de Venecia de 2001 con una trasformación de la entrada del espacio expositivo de las Corderie. Expusieron por última vez en España, en 2007 en la Galeria Olivia Arauna.
Grabiele Basilico. "Arquitectura: Ciudades"
Gabriele Basilico es uno de los mejores fotógrafos documentales italianos y de los más reconocidos internacionalmente. Su trabajo, muy ligado a la arquitectura y a la ciudad, es un viaje por las distintas urbes que el artista viene recorriendo desde hace años: Milán, Berlín, Beirut o San Francisco. Graduado en 1973 en la Facultad de Arquitectura del Politécnico de Milán, desde sus primeros trabajos ha reflejado las transformaciones del paisaje urbano.
"Fotógrafo del paisaje urbano" y "fotógrafo arquitecto" son dos de los calificativos que suelen acompañar a Gabriele Basilico (Milán, 1944), cuya obra ha sido vista como una sucesión de "viajes fotográficos". Ha centrado su trabajo en realizar un peculiar comentario a la arquitectura, al urbanismo, al crecimiento de las ciudades y, especialmente, a su transformación, a su movimiento, a su diversidad. Alejándose de las imágenes tópicas y de los modelos de moda, su propuesta, personal y arriesgada, tiene para muchos la dificultad de quien se atreve con el paisaje urbano pero se aleja voluntariamente tanto de las imágenes que juegan con la herencia estética postromántica como de quienes se contentan con elogiar los hallazgos de la arquitectura contemporánea, en formas, materiales y escala.
A una excelente calidad técnica, Basilico une un dominio total de las posibilidades del medio, un ojo muy preciso al afrontar temas arquitectónicos, y un sorprendente e inusual conocimiento de las claves de la arquitectura, que le permite debatir sin problemas con los principales arquitectos actuales. Lo peculiar es su tendencia insalvable a detenerse en esa especie de momentos de confusión, de anonimato, de mezcolanza, que representan las periferias de la ciudad, esas salidas que pronto serán parte central de la urbe. Imágenes casi intercambiables, que identificamos como parte de las ciudades en crecimiento, se convierten en protagonistas de sus fotografías: modernos edificios fantasmales, pues crecen con sus aceras y calles urbanizadas, pero vistos desde la parte posterior aparecen como surgidos del vacío, de un páramo desierto; urbanizaciones de edificios adosados, en cuestas pronunciadas; diminutas construcciones junto a grandes rascacielos. Momentos de choque y contraste, propios de Milán, Berlín, Trento, Oporto o Valencia, pero también de una ciudad monumental como Santiago de Compostela o de un paisaje que imaginamos limpio y frío como es el del Silicon Valley, ese valle llamado del silicio por la abundancia de industrias relacionadas con la alta tecnología, que las fotografías de Basilico nos muestran contaminado visualmente por cables, postes eléctricos de madera y materiales más propios del crecimiento desordenado de los barrios marginales de las ciudades tradicionales.Gabriele Basilico (Milán, 1944) es arquitecto y fotógrafo documental. Hacia 1978 comienza su investigación sobre áreas industriales de su ciudad y en 1984 participa en la Mission Photographique del gobierno francés para documentar las transformaciones del paisaje. Posteriormente, ha desarrollado proyectos similares en diferentes ciudades europeas. Sus trabajos pueden verse hoy en los principales museos del mundo.
La Mar de Cine
"El Gatopardo" 1963, Luchino Visconti. 205 Min.
SINOPSIS.
Película basada en la novela homónima de Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1958). Es la época de la unificación de Italia en torno al Piamonte, cuyo artífice fue Cavour. La acción se desarrolla en Palermo y los protagonistas son Don Fabrizio, Príncipe de Salina, y su familia, cuya vida se ve alterada tras la invasión de Sicilia por las tropas de Garibaldi (1860). Para alejarse de los disturbios, la familia se refugia en la casa de campo que posee en Donnafugata. Hasta el lugar se desplazan, además de la mujer del Príncipe y sus tres hijos, el joven Tancredi, el sobrino predilecto de Don Fabrizio, que parece simpatizar con el movimiento liberal de unificación.
La Mar de Letras
Talles de Narrativa 1ª Sesión "A bordo della Fiction". Fabio Geda
Fabio Geda es conocido por sus novelas y también por su colaboración en medios como La Stampa y por su labor en el campo de la educación.Geda ha ganado premios como el Via Po, el Maris Rusconi o el Ginzane Cavour. También es profesor en Holden School (taller de creación literaria creado por Alessandro Baricco).En el mar hay cocodrilos (2011) fue su primer libro publicado en español. ", es la narración de las vivencias de Enaiatollah Akbari, un muchacho nacido en Afganistán que, con apenas 10 años de edad, sufrió las consecuencias de no pertenecer a la etnia mayoritaria y de ser miembro de una familia amenazada por el régimen de los talibanes.

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