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La presidenta madrileña sugiere devolver algunas competencias al Gobierno
SOLEDAD ALCAIDE - Navacerrada - 09/07/2011
Un gran pacto entre el PSOE y el PP que rediseñe el Estado de las autonomías. Es la propuesta que ayer hizo la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre (PP), que abogó por restaurar "el consenso constitucional" para cerrarlo. Aguirre agregó que, si los socialistas se niegan a participar, deben ser las 12 comunidades del PP -la mayoría, tras las elecciones del 22-M- las que asuman la reforma. La presidenta madrileña hizo esta propuesta en un coloquio de la fundación FAES, del PP, en el que también participó la próxima presidenta de Aragón, la popular Luisa Fernanda Rudi, y ante el expresidente del Gobierno José María Aznar.
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La propuesta de Aguirre, de momento una mera declaración de intenciones, contempla "reducir burocracias, definir las competencias estatales, autonómicas y municipales y reforzar el funcionamiento de las conferencias sectoriales". También prevé devolver algunas competencias a la Administración central, "restaurar cuerpos de funcionarios que han desaparecido", aunque no concretó cuáles, y cerrar la transferencia de competencias. Entre las que devolvería, Aguirre citó las de justicia. "Yo he multiplicado por cinco el presupuesto de justicia durante estos años, sin que haya supuesto más eficacia en la gestión", precisó. Madrid paralizó en 2010 la Ciudad de la Justicia, un macroproyecto para llevar los juzgados de la capital a una misma sede, por falta de fondos. En la Comunidad Valenciana, Francisco Camps (PP) ha renunciado a crear 15 juzgados.
Aguirre justificó el pacto en que se ha producido una "carrera desenfrenada" por más competencias, que ha llevado a que la Administración central sea "sierva de las autonomías", en lugar de dirigir la política nacional. Y criticó que España funcione de hecho como Estado federal, sin ninguna de sus ventajas y con todos sus inconvenientes. Rudi se mostró dispuesta a apoyar a su compañera de filas y defendió que un pacto entre los dos grandes partidos, y no entre el Gobierno y cada comunidad, es el "modelo ideal" para las reformas. Puso como ejemplo de ello las cesiones de competencias de 1992 y 1996, tras dos acuerdos entre el PP y el PSOE. Primero, bajo la presidencia de Felipe González y con José María Aznar de líder de la oposición y, después, con este como presidente y José Luis Rodríguez Zapatero en la oposición. "Fueron capaces de sentarse y avanzar en función de la situación política y diseñar cómo tenía que ser el modelo",
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