Defensa y Economía quieren salvar de los ajustes al buque, que ha prestado apoyo a 21 proyectos científicos en su última misión polar
Los recortes presupuestarios dejan en el aire que el 'Hespérides' realice su vigésima campaña antártica entre el último trimestre de este año y el segundo del que viene, como está previsto. Aunque la intención de los ministerios de Defensa (que opera el buque) y de Economía y Competitividad (que costea el trabajo científico a bordo) es que pueda viajar el próximo año a las bases españolas en el Polo Sur, todavía no hay un plan de campaña. Es más, tampoco tiene programados trabajos científicos en aguas nacionales este año, como era habitual entre viajes antárticos. Así lo admitió ayer en Cartagena la jefa de departamento de la Dirección General de Investigación Científica y Técnica, Lourdes Armesto López, quien especificó que ahora el barco será sometido a una puesta a punto para futuras misiones.
A principios de junio habrá en Madrid reuniones de evaluación de la campaña que acabó ayer, y posteriormente comenzarán a trabajar en los proyectos de la próxima. «La intención es que la haya», añadió la alto cargo de la Dirección General de Investigación Científica y Técnica del Ministerio de Economía.
Armesto recibió al 'Hespérides' en el Arsenal Militar, acompañando a su directora general en el Ministerio de Economía y Competitividad, María Luis Castaño. Con ellas estuvieron el almirante jefe de Acción Marítima, Salvador Delgado Moreno, el almirante jefe del Arsenal, Fernando Zumalacárregui Luxán, y el delegado del Gobierno en la Región, Joaquín Bascuñana.
6,1 millones de coste
El barco regresó con sus bodegas cargadas de muestras recogidas por más de un centenar de científicos nacionales durante los seis meses y nueve días que ha durado su último viaje al continente helado. Investigadores del CSIC, del Instituto Hidrográfico de la Marina y de diversas universidades han trabajado durante ese tiempo en 21 proyectos biológicos, hidrográficos y geológicos. Doce de ellos se hicieron en las bases españolas Juan Carlos I y Gabriel de Castilla; seis, a bordeo del buque y otros tres en instalaciones antárticas de otros países. La campaña ha costado 6,1 millones de euros.
El comandante del barco, Jaime Cervera, destacó la intensidad del trabajo a bordo durante la navegación, con periodos de hasta 24 horas bajo un intenso frío y un mar desfavorable. «Por ejemplo, el día 24 de diciembre terminamos a las ocho de la noche, cenamos y al día siguiente, a las ocho de la mañana, realizamos labores de carga. El 31 también fue igual. Como el 1 [de enero] y el día de Reyes. Descanso no hay», dijo el capitán de fragata en su regreso a casa. Cervera también destacó que llegaron a navegar 46 días sin ver tierra y que el comportamiento técnico del buque también ha sido excelente.
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