J. Alberto González/ La Verdad
La Región de Murcia tiene en el sector agroalimentario una de sus principales bazas de desarrollo socioeconómico y este pilar estratégico cobra aún más importancia en el actual escenario de crisis porque supone un 'salvavidas' para muchos negocios y empleos. Pero, además, gracias a instituciones como la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) sirve como palanca para el cambio del modelo productivo a través de las actividades de I+D+i (Investigación, desarrollo e innovación). Por eso tiene una especial relevancia la finca experimental de la Escuela de Ingenieros Agrónomos.
Éste fue el mensaje lanzado ayer por el rector José Antonio Franco y el consejero de Universidades, Empresa e Investigación, José Ballesta, durante la visita que este último realizó a la llamada Estación Experimental Agronómica Tomás Ferro, que la Politécnica tiene en la localidad cartagenera de La Palma.
En estas instalaciones, los ingenieros agrónomos abordan el reto de mejorar «la productividad y la «calidad» de los cultivos para que las empresas murcianas puedan competir con los mercados emergentes, a los que no es posible igualar en cantidad de producción. Eso implica una apuesta por la «sostenibilidad» ambiental, según explicó el director de Agrónomos, Alejandro Pérez Pastor. El reto pasa por la «optimización de recursos» como el agua, y la mejora en las técnicas.
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