Esta pareja ha ingresado en prisión después de que él confesase ante el juez que planearon y ejecutaron juntos el crimen de Ángel N.
El crimen de Puente Tocinos se ha resuelto con un final sorprendente. La Policía Nacional ha esclarecido estos días el asesinato de Ángel N., el vecino de Aljucer, que apareció degollado a finales del pasado mes en un solitario paraje de Puente Tocinos, con la detención de su esposa y el amante de ésta. La mujer, de 25 años y nacionalidad boliviana, y su actual compañero sentimental, de 34 años y español, ingresaron en prisión provisional el pasado viernes después de que, según confirmaron ayer fuentes ligadas al caso, él llegase a reconocer ante el titular del juzgado de Instrucción número 6 de Murcia, Andrés Carrillo, que planearon y ejecutaron juntos este brutal crimen.
Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía tuvieron claro, desde el primer momento, que la esposa de la víctima era la sospechosa principal, según revelaron ayer fuentes ligadas a la investigación. Ambos residían juntos, desde que contrajeron matrimonio hace años, en una planta baja del Rincón de Merino, pero su relación hacía tiempo que hacía aguas. Ángel, de 47 años y nacionalidad española, trabajaba como vigilante de seguridad desde hacía más de 25 años en Juver Alimentación. Sus compañeros le recuerdan como una persona «trabajadora y muy amable». Seis días a la semana, este murciano se enfrentaba a turnos de noche y, al parecer, era 'vox pópuli' que ella aprovechaba esos momentos para mantener una relación extramatrimonial.
El crimen se produjo la noche del domingo 29 de abril cuando, según fuentes ligadas al caso, la mujer de la víctima, Fabiola -la llaman Fabi-, condujo a Ángel hasta una calle sin salida de Puente Tocinos, cercana al río Segura. Él disfrutaba ese día de su jornada de libranza en la empresa. En esa zona, cercana a la acequia de Benetúcer y visitada habitualmente por drogadictos, Fabiola había quedado presuntamente con su amante para cometer el crimen y allí ambos acabaron presuntamente con la vida de Ángel. Su cadáver fue encontrado, tendido en el suelo, a la mañana siguiente por una vecina de una casa cercana. «Salí a comprar el pan y al principio pensé que era un borracho; luego vi el charco de sangre», explicó temerosa la ecuatoriana Cecilia Caracundo.
Un «cúmulo de indicios»
Ángel había sido degollado con un arma blanca que no ha sido encontrada y se encontraba junto a su propio coche: un Seat Córdoba azul. Tenía los pantalones semibajados. Los agentes de la Policía Científica y del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía batieron la zona en busca de cualquier indicio que les ayudase a resolver el crimen.
A los policías, sin embargo, no les ha hecho falta más que seguir su instinto. Un «cúmulo de indicios» han terminado finalmente señalando a la mujer de la víctima y a su amante como presuntos autores del crimen. Ambos fueron detenidos el pasado día 14 cuando disfrutaban de una jornada en un hotel cercano a la alicantina playa de El Postiguet. El móvil de este crimen, al parecer, no era otro que eliminar a Ángel para poder continuar con su relación sentimental sin ataduras.
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