Van Rompuy plantea un tajo cercano a los 100.000 millones para contentar a los países ricos, pero se topa con el ‘no’ de Francia
Los Veintisiete siguen sin alcanzar un acuerdo sobre el Presupuesto para el periodo 2014-2020 tras pasar la noche en blanco con continuas negociaciones. Los miembros de la UE, que iniciaron la reunión ayer a las tres de la tarde, están enfrascados en un duro tira y afloja para intentar acordar unas cuentas que rondan el billón de euros. El principal escollo es la posición de los países ricos, liderados por Reino Unido y Alemania, que exigen un tajo de alrededor de 100.000 millones en los fondos comunes. Francia, España e Italia han vuelto a formar un frente conjunto para intentar amortiguar los recortes y el enfrentamiento ha bloqueado la cumbre.
El presidente de la UE, Herman Van Rompuy, ha presentado una propuesta a los socios poco antes de las seis de la mañana para intentar alcanzar un compromiso. En sintonía con los contribuyentes netos, los países que como Reino Unido y Alemania aportan a las arcas europeas más de lo que reciben, el mandatario belga ha aumentado el tijeretazo con respecto a su plantemiento de la fallida cumbre de noviembre. En total, ha propuesto un ajuste extra de 13.000 millones que afectaría en buena medida a proyectos transfronterizos en materia de transportes, energía y telecomunicaciones. Los gobiernos se han retirado a estudiar las cifras y se espera que la cumbre se reanude posteriormente.
La llave para cerrar un pacto la tienen Reino Unido y Francia. Ambos protagonizan las posiciones más antagónicas. El primer ministro británico, David Cameron, reclama extender a las instituciones europeas la misma austeridad que aplican los distintos gobiernos. El líder conservador, que recientemente presentó sus planes para realizar un referéndum sobre la salida de su país de la UE, quiere que se reduzca el coste de los 50.000 eurofuncionarios y se actualice el destino de los fondos. François Hollande, por su parte, se niega a tocar el dinero asignado a la Política Agraria Común (PAC) del que tanto se beneficia su país. Además, ha insistido en que hay que poner freno a unos tijeretazos asfixiantes.
Van Rompuy ha dado con una solución para conciliar las exigencias de Cameron y Hollande. Utilizando un truco contable, ha conseguido que los dos vean las cifras que les interesan. El Presupuesto de la UE, como hacen algunos socios del bloque, ofrece dos cifras como techo de gasto. Una de ellas -los pagos- recoge el dinero que los gobiernos ponen por adelantado. La otra -los compromisos- siempre es superior y amplía la horquilla para posibles nuevas necesidades que los países estarían dispuestos a sufragar. El mandatario belga restringió al máximo los pagos con 908.000 millones para contentar a los británicos, mientras que elevó los compromisos hasta los 960.000 para satisfacer a los galos. Ahora, espera su respuesta.
El documento distribuido por Van Rompuy también incorpora novedades sobre España. Se plantea una reducción de 1.000 millones en el paquete extra concebido para compensar la reducción de los fondos de cohesión. Así, las comunidades -especialmente Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía y Murcia- contarán con un respaldo al desarrollo de 1.800 millones. A cambio, el responsable europeo aumenta en 500 millones las ayudas agrícolas y crea el nuevo fondo para combatir el paro juvenil. Este instrumento contará con 6.000 millones y se espera que los grandes beneficiarios sean España y Grecia, aunque estará abierto a todas las regiones con un desempleo entre los jóvenes superior al 25%
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