- Benedicto XVI ha prometido "obediencia incondicional" al nuevo papa
- Sigue en directo en TVE las últimas horas del pontificado de Benedicto XVI
EFE
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ESTEFANÍA DE ANTONIO
28.02.2013 - 16:48h
Entre aplausos ha salido Benedicto XVI por última vez como papa del Palacio del Vaticano, un momento histórico que se ha reflejado en el rostro de todos los que le han acompañado en el patio de San Dámaso, el personal que le ha servido en estos ocho años de pontificado.
Su secretario personal, Georg Gaenswein, el secretario de Estado Tarcisio Bertone y el decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, le han acompañado en el breve trayecto en coche hasta el helipuerto de la Santa Sede. Y a las 17.00 en punto el repicar de las campanas de la basílica San Pedro ha remarcado el adiós de Benedicto XVI.
"Hay sido un momento de tristeza y alegría porque el papa se ha ido, pero el papa no se ha muerto. Él ha querido esto con entera libertad y amor a la Iglesia", afirma en TVE José María Gil Tamayo, portavoz adjunto del Vaticano.
El papa, a punto de cumplir 86 años, ha volado junto a su secretario personal, que le acompañará en su nueva vida como papa emérito, y antes de aterrizar ha enviado su último tuit: "Gracias por vuestro amor y cercanía. Que experimentéis siempre la alegría de tener a Cristo como el centro de vuestra vida".
En apenas 17 minutos, Benedicto XVI ha llegado a Castelgandolfo, donde ha sido recibido por el cardenal Giuseppe Bertello, presidente del Governatorato del Vaticano (ente que gestiona el pequeño estado, del que depende la Villa Pontificia de Castel Gandolfo), y el arzobispo Giuseppe Sciacca, secretario del Governatorato. Asimismo, estaban presentes el obispo de Albano, diócesis a la que pertenece Castel Gandolfo, Marcello Semeraro; el director de la Villa Pontificia, Severio Petrillo; la alcaldesa del pueblo, Milvoa Monachesi, y el párroco, Pietro Diletti.
"Benedicto XVI estamos contigo"
En Castelgandolfo le esperan autoridades civiles y religiosas locales y centenares de fieles y vecinos que quieren darle la bienvenida. Enormes carteles en los que se lee "Benedicto XVI estamos todos contigo" cuelgan de los balcones de la localidad italiana.
Benedicto XVI es uno de los papa que más cariño tiene a esta villa que le recuerda a su Baviera natal. "Aquí tengo de todo: montaña, lago y mar", ha comentado en más de una ocasión.
Alrededor de las cinco y media de la tarde local se asomará al balcón principal de la residencia papal para saludar a los fieles reunidos en la plaza. Ese será el último acto público del papa y la única señal visible que anunciará que Benedicto XVI ya no es papa se verá a las ocho de la tarde, cuando la Guardia Suiza en la puerta del palacio de Castelgandolfo concluya su servicio y abandone el lugar. A partir de ese momento, la seguridad de Ratzinger estará garantizada por la Gendarmería Vaticana.
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