Llegó a un «pacto» para evitar el despido que incluía el abono durante 24 meses de su Seguridad Social
El 8 de abril de 2010 Luis Bárcenas «renunció con carácter definitivo a sus funciones como tesorero del partido solicitando la baja temporal como militante de la formación». El PP agradeció en un comunicado al hasta entonces responsable de finanzas «la magnífica gestión» durante las más de dos décadas que estuvo dedicado a las cuentas populares. El partido, a pesar de su imputación en el 'caso Gürtel', dijo estar «convencido que demostraría su inocencia frente a las falsas imputaciones de las que ha venido siendo objeto».
Pero el adiós de Bárcenas no fueron solo reconocimientos, loas y halagos. También hubo un acuerdo privado en diciembre de 2010. El extesorero nunca fue despedido. Bárcenas llegó a un suculento pacto económico con la dirección del partido que, entre otras cosas, incluía que el imputado en el 'caso Gürtel' siguiera cobrando del PP cada mes y durante dos años que terminaron en diciembre último.
Según han confirmado fuentes de la Fiscalía Anticorrupción y de la Agencia Tributaria, Bárcenas cotizó ante Hacienda durante 24 meses tras su salida y en sus declaraciones aparece como pagador el Partido Popular. El propio extesorero hubo de reconocer la pasada semana ante el fiscal Antonio Romeral que durante 2011 y 2012 siguió vinculado laboralmente a los populares, aunque alegó que ese dinero es en realidad el pago del finiquito que pactó con los dirigentes del partido gubernamental.
La versión que Bárcenas dio ante Anticorrupción es la misma que ha dado durante los últimos días la dirección del partido a preguntas de este periódico. El PP reconoce esos pagos mensuales durante dos años después de que el extesorero dejara su cargo, pero asegura que se trata de un «acuerdo totalmente normalizado de indemnización diferida». Según el PP, en 2010 Bárcenas «solicitó la reincorporación a su puesto de trabajo en las oficinas centrales del PP por haber finalizado la excedencia forzosa que tenía concedida en razón de su escaño de senador al cual había renunciado».
18.000 euros adicionales
Siempre de acuerdo con esa versión, la dirección del partido «manifestó su decisión de no reintegrar» a Bárcenas, pero accedió a discutir una indemnización, a la que tenía derecho con el Estatuto de los Trabajadores en la mano. «Ambas partes acordaron que la indemnización procedente se abonara en diferido mediante un pago mensual hasta diciembre de 2012», apuntó el PP.
Eso sí, ese pacto evitó una indemnización por despido improcedente que, según diversas fuentes, en el caso de Bárcenas -con 23 años de cotización y un sueldo que superaba holgadamente los 225.000 euros anuales- ya hubiera rondado los 440.000 euros.
El hecho de que el partido se negara a echar a Bárcenas con la ya importante cifra que marcaba la ley antes de la reforma laboral, según han admitido diversas fuentes del partido, ha disparado las especulaciones sobre la cuantía de ese finiquito, que algunos en el PP cuantifican como «millonario». No obstante, la cifra final que el PP desembolsó por el adiós definitivo de Bárcenas es una incógnita. A pesar de la insistencia durante cinco días, el PP se ha negado una y otra vez a facilitar cuánto dinero desembolsó la dirección nacional tras esa «baja voluntaria» o «cese voluntario» de la relación laboral.
La formación solo ha confirmado que la secretaria general, María Dolores de Cospedal, no quiso participar en aquella negociación que concluyó con la marcha de Luis Bárcenas. Una negativa que deja el camino expedito a quien entonces era vicesecretaria de Organización, Ana Mato.
Durante estos dos años, los cobros de Bárcenas se han parecido «bastante a un sueldo», según fuentes de la Agencia Tributaria, y no solo por la periodicidad de los mismos, sino porque los pagos han incluido el abono de la Seguridad Social. En total, unos 18.000 euros adicionales por los dos años. El extesorero, al no ser despedido por tratarse de un acuerdo entre empleado y empleador, no iba a tener derecho a una prestación por desempleo y arrancó el compromiso al PP de que se hiciera cargo de financiar el sistema de protección social para que él pudiera cotizar esos dos años más en los que no iba a recibir subsidio de paro. El extesorero tiene ahora 55 años.
Bárcenas, durante los dos años que siguió cobrando del PP, tuvo acceso libre a la sede central del PP en la calle Génova de Madrid, donde, como ya es sabido y ha confirmado el propio partido, tenía una sala para guardar documentación. El PP precisó ayer que «con la percepción de esta indemnización se consideró saldado y finiquitado por toda clase de conceptos, el contrato de trabajo que unía a ambas partes, no realizando Bárcenas ningún trabajo desde aquel momento para el Partido Popular».
A la vista de la información facilitada por las autoridades suizas, Bárcenas compaginó estos últimos ingresos del PP con las gestiones para intentar opacar buena parte de los 22 millones de euros que guardaba en las cuentas del Dresdner Bank del país helvético.
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