Montero afirma que es el modelo que usan casi todas las ciudades, pero la oposición rechaza compensar las pérdidas de la empresa y exige evaluar la opción pública
11.01.11 - 00:52 -
El Partido Popular (PP) dio ayer un nuevo paso para privatizar la gestión del Auditorio y Centro de Congresos, que será inaugurado el próximo otoño. Lo hizo al aprobar en el Pleno del Ayuntamiento, con el voto en contra de toda la oposición, los informes previos a la convocatoria de un concurso público para encargar el mantenimiento, la programación cultural y la captación de congresos.
Frente a las críticas en bloque de PSOE, Movimiento Ciudadano (MC) y los dos concejales no adscritos contra un modelo que consideran perjudicial para las arcas municipales, la edil de Cultura, Rosario Montero, esquivó casi al completo el debate económico. Se amparó en que se trata de la «fórmula aconsejada» por los técnicos tras analizar todos los «posibles modelos de gestión» y la que se usa en casi toda España porque es la que garantiza la rentabilidad y da más «agilidad», capacidad de adaptación al mercado y «orientación a los beneficios».
Citó ayuntamientos gobernados por el PSOE como Vitoria (Álava), Vigo (Pontevedra), y aseguró que allí los costes por habitante serán mucho mayores que en Cartagena, a pesar de que apenas tienen más población y el aforo de los edificios será igual o inferior.
La edil añadió otra razón: que los primeros años los auditorios son deficitarios. La prueba, señaló, es que no son las empresas sino las administraciones las que construyen estos inmuebles, porque el objetivo primordial es mejorar la oferta cultural y turística y generar actividad económica y empleo.
Junto al mar, como La Coruña
Éste, prosiguió, es también el fin que ha perseguido y logrará el Ejecutivo local (llegó a augurar que será el PP el que lo abrirá a pesar de que aún deben celebrarse las elecciones municipales en mayo). Se basó en no sólo ha hecho el «mejor» edificio en la «mejor ubicación» (junto al mar, al igual que La Coruña), sino que el impulso a la hostelería y otros negocios demuestran su éxito en otras inversiones similares.
Sobre el coste de 57,9 millones de euros frente a los 20,3 presupuestados hace ocho años, la edil de Cultura insistió en que no es caro en términos comparativos, y que Cartagena «no merece menos» que otras ciudades.
El PSOE, añadió, habría hecho algo más barato, pero peor y más pequeño, y seguramente habría acabado privatizándolo porque es su política en otras ciudades y a nivel nacional, por ejemplo con la lotería y los aeropuertos. A su juicio, las críticas socialistas obedecen a la cercanía de la cita electoral.
Montero trató de zafarse de la oposición diciendo que el Pleno «no es una consultoría» para hablar de precios, y que no había lugar a debatir si habrá un director general que cobraría 60.000 euros al año o un gerente que percibiría 40.000, porque sólo presentó una «memoria estimativa» que se concretará en un pliego de condiciones.
Al acabar el Pleno, la oposición dejó en el debe de Montero no haber contestado a numerosas cuestiones. Con diferencia, la mayoría las planteó el concejal del PSOE Ángel Rafael Martínez, quien enmarcó su «no» a la privatización al indicar que no se mejora la calidad, entre otras cosas porque no se recoge el tipo de programación, y el coste de 2,5 millones de euros anuales no es «razonable» para un municipio del tamaño de Cartagena.
Alquiler insuficiente
Recordó que las obras han hipotecado al consistorio hasta el punto de suponer ya uno de cada cinco euros de la deuda con los bancos, y exigió una evaluación de lo que supondría administrar el edificio con funcionarios y presupuesto público. No basta con confiar en lo privado «sólo porque lo dicen los técnicos» y lo aprueba el PP, subrayó Martínez.
Es más, puso en entredicho las cuentas aportadas, en especial que la empresa ingresaría 80 millones al año. Fue ahí donde dirigió sus principales dardos a Montero, a quien planteó una batería de dudas.
Preguntó por qué se calcula que habría 80 congresos al año, cuando por ejemplo el Auditorio de Murcia prevé en su web para este año tres; por qué el precio medio de las entradas se fija en trece euros; por qué se fija un sueldo de 69.000 euros por vigilante de seguridad y año; por qué se fija un arrendamiento de 474.000 euros para amortizar las obras, pero se deja fuera el dinero aportado por la Comunidad Autónoma; por qué se fija el coste de la programación cultural en 1,2 millones, y el caché de los artistas en 900.000 euros; por qué habría un gasto de 40.000 euros en teléfono móvil si sólo habría cuatro directivos con despacho y teléfono fijo; y por qué no se incluye el agua y luz en los gastos de la empresa.
A vueltas con la calidad
Finalmente, el PSOE rechazó compensar las pérdidas con 8,5 millones en los primeros cinco años, porque eso además desincentivará a la concesionaria a dar buena calidad. La conclusión es que la privatización de la gestión será «una nueva sangría para el Ayuntamiento».
Para el portavoz de MC, Luis Carlos García, el modelo privado no garantiza la rentabilidad, es «una bicoca» para la empresa porque se le compensan las pérdidas, y habrá duplicidad de cargos y un menor control de la calidad del servicio. La alternativa, dijo, es una gestión municipal o como mucho mixta.
«Esta gestión será un mal negocio para los cartageneros», resumió el edil no adscrito Juan Luis Martínez, cuya compañera Carmen Martínez remachó que el PP ha hecho del Auditorio «una máquina de perder dinero».
Esto concejales han echado cuentas y les sale que el 67% de sobrecoste de las obras equivalen a todo lo invertido por el PP en los planes de barrios y diputaciones en sus dieciséis años de gobierno. Además, ven contradictorias las subvenciones con el discurso de austeridad del PP y creen que el PP intenta «enchufar» a su gente afín.
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