El presunto cerebro de la trama utilizaba como tapadera una floristería para introducir droga en España, camuflada en cargamentos de flores
28.01.11 - 02:51 -
Seis personas, cinco de ellas residentes en la Región y una en Madrid, ingresaron ayer en prisión por su presunta relación con un gran alijo de cocaína, interceptado por las fuerzas de seguridad en Barajas, que iba oculto en un cargamento de flores frescas. Aunque las primeras informaciones apuntaban a que la droga había sido descubierta en el aeródromo valenciano de Manises, ayer se confirmó que la interceptación se produjo en el aeropuerto madrileño.
Fuentes próximas a la investigación, que comenzó a prepararse hace meses por los agentes del Grupo Especial contra el Crimen Organizado (GRECO II) de Levante, han explicado que los seis presuntos implicados en la trama pasaron ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Denia (Alicante), cuya titular ordenó el ingreso incondicional de todos ellos en la prisión de Fontcalent por presuntos delitos contra la salud pública, asociación ilícita y blanqueo de capitales.
Los seis sospechosos son cinco varones, Juan L.C., Hernán B.O., Fulgencio Francisco M.M., Fernando M.S. y José Fulgencio E.M., cuatro de ellos residentes en Murcia y Las Torres de Cotillas, y la compañera sentimental de Fernando M.S., una ciudadana boliviana identificada como Mónica V.L.. Es precisamente el novio de esta mujer quien aparece como uno de los presuntos cerebros de la operación, junto a Fulgencio Francisco M.M. y Hernán B.O.. Este último está considerado por los investigadores como el supuesto nexo de unión entre Fernando M.S. y organizaciones del narcotráfico en Colombia, que son las que organizan los envíos, según fuentes próximas al caso.
En un segundo escalón se situarían los encargados del transporte y de la distribución de la droga.
Este vecino de Murcia, Fernando M.S., habría ordenado a uno de sus hombres, Juan L.C., abrir una floristería, con el fin de utilizarla como 'tapadera' para importar cargamentos de flores frescas procedentes de Suramérica, en los que camuflar la cocaína.
Procedente del Ecuador
Uno de esos envíos, procedente del Ecuador, fue interceptado el pasado lunes en el aeropuerto de Barajas, lo que ha permitido incautar setenta kilos de droga de gran pureza. Se trata de uno de los mayores alijos decomisados en los últimos años con destino a la Región. La cocaína incautada podría haber generado, una vez adulterada, hasta 400.000 dosis. Aunque su valor inicial se estima en unos 2,5 millones de euros, habría alcanzado un valor final en el mercado negro de más de 20 millones de euros. La investigación sigue abierta y las diligencias están declaradas secretas.
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