El Gobierno murciano será el único del mapa autonómico -a excepción del País Vasco y por motivos diferentes- que disponga de un plan especial de seguridad para sus consejeros, a raíz de la agresión sufrida por el titular de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, a manos de tres individuos cuando entraba a su domicilio el pasado sábado. El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, llamó ayer a Valcárcel para ofrecerle vigilancia y protección especial, lo cual da una idea de la situación que se vive estos días en la Región.
En la misma línea, los dirigentes murcianos del PP exigen mayor seguridad para sus altos cargos y remontan sus quejas a la agresión que sufrió el 22 de diciembre el vicesecretario popular José Gabriel Ruiz.
El ataque, condenado sin paliativos por todos los partidos, sindicatos e instituciones, ha abierto otra brecha en el debate nacional enfrentando a los principales dirigentes del PP y PSOE. Mariano Rajoy responsabiliza al Ministerio del Interior de no actuar «ante el acoso» que está sufriendo el Gobierno de Valcárcel desde que se aprobó la ley de medidas extraordinarias para contener el déficit.
El PP critica al delegado
Seguirán las protestas
En la misma línea se pronunció la Junta Directiva regional del PP que se reunió ayer con carácter extraordinario y solicitó la dimisión del delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, a quien acusa de «dejación de funciones» y de no frenar «la espiral de actos violentos» de las últimas semanas en las que se han visto hostigados miembros del Gobierno regional y familiares de Ramón Luis Valcárcel, entre ellos una de sus hijas.
Desde el lado del PSOE, la Ejecutiva Federal y la regional han pedido que no se utilice este hecho como arma política, ya que de esa forma se le da «munición a los intolerantes». En el duro comunicado emitido el sábado, el Gobierno regional culpó directamente del ataque a «la izquierda más recalcitrante» y criticó a la candidata socialista Begoña García Retegui «por ensañarse de manera muy especial con el consejero de Cultura con mentiras y manipulaciones». Los socialistas murcianos no han entrado en esta dinámica de acusaciones, que rechazan, y apuestan por condenar los hechos y pedir que se intensifiquen las labores policiales para encontrar a los culpables.
Los líderes de UGT y Comisiones Obreras de la Región sostienen que hay que desligar la agresión al consejero de Cultura de las manifestaciones y protestas de los funcionarios que exigen la retirada del 'tijeretazo'. Consideran «deleznable» que se establezca cualquier vinculación con el conflicto laboral. Antonio Jiménez y Daniel Bueno apuntaron ayer que piensan mantener el calendario de protestas previstos, que incluyen otra manifestación por el centro de Murcia el próximo día 25.
Rubalcaba ordena prioridad
Llamada de Zapatero
La Región de Murcia se ha convertido de nuevo en el centro de atención del país, ya que la agresión al consejero ha merecido la repulsa de los máximos dirigentes políticos, entre ellos el presidente Rodríguez Zapatero, que llamó a Mariano Rajoy el sábado por la noche para expresarle su condena por el ataque a Pedro Alberto Cruz.
La 'número dos' del PP, María Dolores de Cospedal, hace responsables a los socialistas de propiciar el clima social que ha provocado el ataque. «Quienes ahora condenan la agresión, que se pregunten qué consecuencias está teniendo su comportamiento virulento contra el Gobierno murciano», señala.
El Ministerio está respondiendo a estas críticas con el compromiso de intensificar la investigación policial para aclarar los hechos y buscar a los culpables. Se ha convertido en una prioridad, toda vez que el vicepresidente Pérez Rubalcaba se ha puesto en contacto con el delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar, para interesarse por la marcha de las investigaciones, expresarle su respaldo y su deseo que se pongan todos los medios necesarios para detener cuanto antes a los culpables de la agresión.
La Policía Nacional está indagando entre los grupos antisistema y analizando vídeos y cámaras de seguridad. La forma en la que se produjo el ataque a Pedro Alberto Cruz y la revelación que éste hizo a su padre de que se sentía vigilado desde hace días hacen sospechar de una agresión premeditada.
Reunión sobre seguridad
El ataque llega al Senado
González Tovar ha anunciado que se celebrará una reunión con representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y del Ejecutivo murciano «para evaluar la situación creada y llevar a cabo aquellas acciones de seguridad a que hubiera lugar». En esta reunión se arbitrarán las medidas de protección para los consejeros. Hasta ahora, los únicos altos cargos del Gobierno regional y del Partido Popular con escolta son el presidente de la Comunidad y los alcaldes de Murcia y Cartagena. El senador del PP por Murcia José Joaquín Peñarrubia preguntará el martes en el pleno del Senado al ministro del Interior por las medidas que piensa llevar a cabo su departamento.
Pedro Alberto Cruz fue agredido sobre las siete de la tarde del sábado cuando entraba a su casa, situada cerca de la Comisaría de Policía de la capital. Tres personas se abalanzaron sobre él y le golpearon en la cara con un puño americano provocándole fracturas en el pómulo y dañándole el ojo izquierdo.
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