Dos bares de Los Dolores sufrieron, en la madrugada del lunes, sendos robos casi idénticos que supusieron un botín de al menos 4.000 euros para los autores y que se encuentran en investigación policial. Los agentes indagan si son obra de una banda que pueda repetir la fechoría en otros lugares. La fórmula fue simple: los ladrones se limitaron a hurtar una tapa de alcantarilla y reventar a golpes con ella los escaparates de los establecimientos. Después se hicieron con la parte de las cajas registradoras en la que estaba el dinero, el arqueo de las tragaperras y un ordenador portátil.
El primero de los asaltos fue el que sufrió el Bar Jardines, cercano al centro de salud. «Fue a las tres y media de la madrugada. La Policía Local me avisó a las cuatro», explicó el propietario. Ángel Conesa. Los ladrones rompieron la cristalera principal del bar y entraron por ella. «Desde la cámara del interior se ve cómo uno de ellos va hacia la barra y el otro a por la tragaperras que tengo en el local», relató este hostelero. En un minuto desvalijaron la máquina de juego, arrancaron el cajón con el dinero de la recaudación del bar y se dieron a la fuga, con un botín de alrededor de unos 3.000 euros, según Conesa. «Tras salir del local, se metieron en un solar cercano, allí dejaron el cajón de la máquina registradora, destrozado y con una serie de papeles que no les interesaron. Solo querían dinero, porque no se preocuparon ni de llevarse los jamones que tengo», indicó.
Tres horas más tarde era Alfonso Cavas el que recibía el aviso de la Policía Local de que habían roto el escaparate de Hakuna Matata, cafetería-parque infantil de su propiedad, muy cerca del colegio Salesianos. «Me quitaron la caja registradora entera y un ordenador portátil. Por suerte, dentro de la máquina solo tenia entre 100 y 150 euros de cambio. El resto de la recaudación ya no estaba allí», comentó. En este segundo bar, en el que también sufrió desperfectos una máquina de tabaco, se halló la tapa de alcantarilla que había sido utilizada para reventar el cristal del escaparate del establecimiento y, probablemente, también el del primero, que se encuentra a unos pocos cientos de metros de distancia. Ambos locales han vuelto ya a la actividad normal, tras la reparación de los cristales del escaparate, aunque los cobros los tendrán que hacer, por ahora, con una vulgar calculadora .
El PSOE pide más vigilancia
Tras conocer los dos sucesos, el PSOE pidió ayer un convenio entre la Policía Local y la Nacional que aumente la seguridad en el barrio. Para los socialistas, «no se trata de dos hechos puntuales». «Hace meses que los vecinos notan el incremento de inseguridad», indicaron.
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