MADRID, 24 Dic. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de India, Manmohan Singh, ha hecho un llamamiento a la "calma", en el marco de los disturbios que se han desatado por la violación de una joven de 23 años de edad en Nueva Delhi, al tiempo que ha prometido"hacer todo lo posible" para garantizar la seguridad de las mujeres indias.
Tras una semana de silencio, que ha sido muy criticado por los medios de comunicación indios, el primer ministro ha comparecido este lunes en la televisión pública para dirigirse a la nación en relación al suceso y a la oleada de protestas que ha desatado en la capital del país asiático.
"Como padre de tres hijas, me siento igual que cualquier otro ciudadano indio por este monstruoso crimen", ha dicho Singh, en una justificación de las demostraciones públicas de rabia por la violación de la joven.
"Sin embargo, condeno la violencia porque, mientras que la rabia por este suceso está justificada, la violencia no sirve a ningún propósito", ha explicado, en declaraciones recogidas por el diario 'Times of India'.
Por ello, ha hecho un llamamiento "a todos los ciudadanos preocupados por este caso" para que "mantengan la paz y la calma". "El Gobierno mantendrá informada a la nación sobre cada uno de los pasos a dar", ha añadido.
Además, el primer ministro ha aludido al problema social de fondo, subrayando que "el Gobierno hará todo lo posible para garantizar la seguridad de las mujeres de este país". "Nos aseguraremos de que haya justicia", ha sostenido.
El suceso tuvo lugar hace una semana en un autobús público de Nueva Delhi, cuando una estudiante de fisioterapia fue violada por un grupo de personas durante casi una hora mientras recibía una brutal paliza con una barra de hierro.
Desde entonces, la joven, a la que los medios de comunicación locales han identificado con el apodo de 'Nirbhaya', permanece ingresada en un hospital capitalino. Al parecer, solo puede comunicarse a través de gestos y de pequeños murmullos.
Los disturbios comenzaron el pasado viernes, cuando miles de manifestantes marcharon hacia el palacio presidencial de Nueva Delhi en demanda de mayor protección para las mujeres indias y fueron dispersados por la Policía con cañones de agua.
Un día después, otro millar de manifestantes intentó repetir la marcha hacia el palacio presidencial, saltándose las barreras colocadas por la Policía para impedirlo, lo que dio lugar a un enfrentamiento que se saldó con 35 heridos y con 40 detenidos.
Ante la indignación ciudadana, el Gobierno ha anunciado una serie de medidas que pretenden convertir Nueva Delhi en un lugar más seguro para las mujeres. Entre ellas, aumentar las patrullas policiales nocturnas y el control a los conductores de autobús, así como prohibir los autobuses con los cristales tintados o con cortinas.
Además, el Gobierno ha propuesto imponer la cadena perpetua a los violadores, pero los manifestantes consideran que no es suficiente y muchos exigen la pena de muerte. De hecho, durante las protestas, algunas personas llevaban pancartas en las se podía leer "Horca para los violadores","Salvemos a las mujeres" o "Salvemos India".
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