SKSol, que ya prepara los terrenos que hay junto a la refinería para erigir su fábrica, quiere dar prioridad a contratistas locales
La planta de lubricantes de última generación que proyectan la petrolera Repsol y la coreana SK Lubricants comienza a ser una realidad en el Valle de Escombreras. Los primeros trabajos de la obra civil, es decir la preparación de los terrenos, la instalación de las casetas de obras, la creación de zonas de aparcamientos para los trabajadores y la construcción de un restaurante, ya ha comenzado. En breve se iniciarán los de ingeniería, según un portavoz de la sociedad SKSol.
Se trata de la mayor inversión industrial que se realiza en estos momentos en la Región de Murcia (250 millones de euros) y en la que han puestos todas sus esperanzas muchas empresas locales y regionales. La petrolera y la coreana necesitarán durante el proceso de construcción de la planta, que durará alrededor de 26 meses, ayuda de cien empresas auxiliares.
Ambas anunciaron que durante el proceso de selección de éstas favorecerán la participación de empresas locales y regionales, como ya hizo Repsol durante los trabajos de ampliación de la refinería.
Bolsa de sociedades
La nueva sociedad, participada en un 70% por la coreana y un 30% por Repsol, se denomina SKSol y estará dirigida por José Sancho, un directivo de la petrolera. La nueva entidad ya ha creado una base de empresas constructoras y de ingeniería compuesta por más 260 firmas. La mayoría de ellas ya participaron en los trabajos de la nueva refinería. Durante el transcurso de la obra se generarán 60 contratos, que desarrollarán las cien empresas externas elegidas.
Para los trabajos de obra civil que comenzaron a principios de este mes, SKSol ya pidió ofertas a empresas locales del sector. En estos momentos se están montando las casetas donde las empresas auxiliares tendrán sus sedes, que servirán además a los obreros como vestuarios. Se levantan en el solar contiguo a las oficinas de formación de Repsol, frente a los terrenos donde se construirá la nueva planta.
En el mismo solar se levantará un restaurante y se crearán zonas de aparcamiento. La organización que se seguirán durante la construcción será muy similar a la de la ampliación de la refinería, para dar cobertura a las 350 personas, que de media trabajarán todos los días allí durante la fase de construcción, y a las 900 que participarán en la obra en ciertos periodos de tiempo.
Una vez en marcha, la nueva planta generará 80 empleos directos así como otros 80 indirectos. Los perfiles profesionales que requiere la compañía para trabajar en la planta se centran en las siguientes titulaciones: Ciclo Formativo de Grado Superior (FP2): Especialidad química industrial y Mantenimiento Industrial. También pide titulaciones universitarias en las especialidades de Industriales, Química o Minas y Económicas, Administración y Dirección de Empresas, entre otras. El buen nivel de inglés será un elemento clave en la contratación, anunció un portavoz de la empresa.
La fábrica de bases lubricantes de última generación, que puede estar terminada en septiembre de 2014, recibió la calificación de «proyecto estratégico para la Región de Murcia» a principios de este año. Esta calificación ha supuesto la simplificación de los plazos para su puesta en marcha, que se han reducido al 50%.
La futura fábrica de SKSol tiene previsto comercializar lubricantes de tercera generación (del Grupo 3) que permiten a los vehículos cambios de aceite cada 30.000 kilómetros, en vez de cada 10.000 kilómetros, como actualmente están estipulados. Este producto favorecerá una disminución en el consumo de combustible por parte del coche que oscila entre el uno y el dos por ciento del total.
40% de demanda europea
Con la entrada en funcionamiento de la planta se cubrirá más del 40% de la demanda europea de dichos productos, que actualmente se importan en gran medida desde varios países del continente asiático. La producción de la planta supondrá aproximadamente el 20% de la demanda mundial.
La compañía surcoreana comenzó a negociar su instalación en Cartagena a principios del año pasado. Para construir su fábrica tenía dos opciones, o el Valle de Escombreras o Tarragona. Finalmente la dirección se decantó por la ciudad, dada la capacidad de producción de su refinería. La fábrica de lubricantes utilizará como materia prima el fondo de las unidades de hidrocraqueo de Repsol. De ahí que el requisito que impusieron los surcoreana fuera que la planta debía estar lo más cerca posible de la refinería.
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