Las lesiones de Pablo Ruiz y Cygan, en la primera mitad, variaron las ideas previstas por Juan Ignacio Martínez El FC Cartagena consiguió por primera vez en la actual campaña dejar la portería propia a cero
MAITE FERNÁNDEZ | .- / La Verdad
El Cartagena y el Huesca se repartieron los puntos en un encuentro aburrido, con escasas ocasiones de gol. Demasiadas precauciones que llevaron a unas tablas que contentaron a los dos equipos.
La necesidad de sumar acuciaba a los dos equipos y fue un factor determinante durante la primera mitad. El partido comenzó con los dos formaciones intentando guardar la portería propia más que buscando la meta rival. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos los porteros apenas tuvieron trabajo.
La táctica de contener le ganó la partida al fútbol y el tedio se habría apoderado de los aficionados si no hubieran tenido otros entretenimientos ajenos a la contienda. Los locales tuvieron como diversión pitar al zaragozano Chus Herrero, que entró en el campo para relevar al lesionado Pablo Ruiz. Los aficionados visitantes se centraban en intentar elevar las bajas temperaturas con sus cánticos.
Sólo un «uy» en la grada y un susto para el Cartagena. En el primer saque de esquina regresaron los fantasmas albinegros del balón parado. Roberto García remató de cabeza en solitario. El esférico tomó el camino hacia la escuadra, pero Kiko Casilla sacó una buena mano y despejó. El guardameta va ganando en seguridad y confianza.
Pocos remates
El Cartagena apenas llegó a la portería defendida por el murciano Andrés. Un par de remates lejanos y desacertados de Keko fueron el bagaje de los visitantes, que por rachas intentaba combinar con sus hombres más habilidosos. Al descanso se marcharon con el empate inicial. Misión cumplida y cuarenta y cinco minutos por delante para buscar la magia o el error del contrario.
Además, Cygan dio el susto. El francés quedó conmocionado tras un choque de trenes con Corona. Tuvo que ser atendido. El galo no inició la segunda mitad y dejó su puesto a Iñaki Muñoz, autor del zapatazo que otorgó un punto la semana pasada ante el Nástic.
Juan ignacio veía desde la banda como el partido cambiaba por culpa de las lesiones. La zaga sigue siendo la máxima sufridora de la enfermería.
La segunda mitad comenzó con los dos equipos intentando dar un paso al frente y con un poco más de ritmo, pero mucha timidez y sobre todo muchísimo respeto.
Dos errores
La suerte en el fútbol hay que buscarla y el Efesé estuvo a punto de lograrla en el primer minuto tras la reanudación. Sebastián Corona estuvo muy cerca de haber roto el empate con un mal despeje. La presión de Toni Moral, muy activo durante todo el encuentro, casi le lleva a marcarse un gol en su propia meta. Posteriormente un mal despeje de Iñaki Muñoz también haría trabajar a Casilla.
El Cartagena no se prodigó demasiado ante la meta de Andrés, pero tuvo varias ocasiones para haber marcado. La tuvo Longás,y una mezcla entre la falta de egoismo y su poca tendencia a dispara, le hicieron perder el balón. Su opción fue centrar para Toché y no acertó.
También llegó Keko y centró para que el santomerano Toché rematara suave hacia la meta del guardameta del Huesca. La jugada la inició Julien, que mejora jornada a jornada.
Poco a poco el Huesca, a través de Gilvan y de Jokin Esparza, que sutituyó al veterano Marcos, buscó hacerle daño al Cartagena por las bandas. Forzó varios saques de esquina consecutivos que dieron el aprobado al portero y en casi todas las ocasiones también a la defensa. Aún se sufre.
La jugada más peligrosa llegó en el minuto 66 con un remate de Luis Helguera que logró despejar Casilla. Longás en el 69 se durmió y perdió un balón que prometía.
Al final los dos equipos, que jugaron con la palabra victoria en la mente, pero con el excesivo control en las piernas repartieron los puntos en una igualada, que además de poco vistosa parece justa.
La mejor de las conclusiones que deja el encuentro es desde luego el hecho de que el Cartagena lograra dejar, por primera vez en la campaña, su portería a cero. Los cimientos están puestos para recibir al Alcorcón
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