09.05.13 - 00:59 -
EDUARDO RIBELLES / CARTAGENA |/ la Verdad
A las ocho y media de la mañana comenzó la jornada laboral de ayer para Pedro García, taxista, que acudió a la terminal de cruceros; para Laura García, que abrió el Estanco Mayor y para Pedro Hernández, que empezó a poner cafés en La Tartana. Los tres afrontaron el día con la intención de conseguir el máximo rendimiento de la llegada de 6.500 turistas ingleses y americanos en dos grandes cruceros, en la que ha sido la mayor afluencia simultánea de lo que va de año.
El 'Ruby Princess' con 2.900 pasajeros, en su gran mayoría estadounidenses, atracó en la terminal de cruceros, y el 'Ventura' lo hizo en el muelle de La Curra, con 3.600 turistas británicos a bordo. Varios miles de ellos desecharon la posibilidad de marcharse en excursiones y prefirieron pasear por la ciudad, para contento de los comerciantes y hosteleros. Desde las nueve de la mañana, las decenas de autobuses que dejaban a los visitantes en Héroes de Cavite, convirtieron en un río incesante de personas el recorrido desde la fachada marítima hasta la Plaza de España. Casi todos siguieron el itinerario de la calle Mayor, hasta la Puerta de Murcia y la calle del Carmen, con paradas o desvíos hacia las plazas del Rey y Juan XXIII, así como hasta la calle Real.
De los establecimientos consultados, los de hostelería del casco histórico pudieron doblar la recaudación de una jornada normal, los estancos y las tiendas de recuerdos se movieron entre el 50 y el cien por cien más que otros días e incluso las tiendas de ropa vieron crecer entre un 20 y un 30% su facturación habitual de un miércoles. Los cuarenta grupos de visitantes con guía (para un total de 800 personas) que hubo que organizar certifican el impacto de los cruceros de ayer en el sector turístico local. Ademas durante toda la mañana se mantuvo el tráfico de entre quince y veinte de autobuses para trasladar a los turistas británicos del 'Ventura' de La Curra a Héroes de Cavite.
María Dolores Legaz, que regenta el quiosco de la plaza de San Sebastián, también se mostró satisfecha con el nivel de ventas alcanzado. De hecho, ayer se deshizo en apenas tres horas de los 57 ejemplares que tenía del 'Daily Mail'. «Normalmente pido siete y vendo la mitad. Hoy podrían haberme comprado cien», explicó. «Así que tendré que pensar si cojo más prensa extranjera el próximo día que vengan varios cruceros», resaltó.
También se beneficiaron los establecimientos de moda. Eduardo Vilar, de la sastrería Vilar, se congratuló pasado el mediodía por haber vendido camisas y alguna chaqueta de hasta cien euros. «Ése parece ser el umbral del que rara vez pasan los turistas», admitió mientras dos de ellos se interesaban por una prenda de temporada de verano.
Sin embargo, el sector del taxi se mostró ayer desolado por ser de los pocos, si no el único, que no le sacó jugo a la llegada de los turistas. «Catorce conductores hemos acudido esta mañana a La Curra a por clientes. Pero había tantos autobuses que no hemos rascado bola. Casi todos se han ido y solo a partir de las diez de la mañana, sin autobuses como competencia, hemos podido hacer algún servicio. La próxima vez ni me lo planteo. No pienso ir», advirtió Pedro García.
Lo más buscado
Prensa de su país, 'souvenirs', tabaco, complementos de moda, (sobre todo zapatos), carteras y bolsos, alguna camisa o polo y , si acaso, una chaqueta, para los más pudientes son los artículos que ayer se llevaron en mayor cantidad los turistas de los dos cruceros atracados en el puerto.
El gasto medio pudo estar entre los 50 euros, para los que se quedaron a tomar algo en la ciudad, y los 30 para los que prefirieron volver al barco a partir de las doce del mediodía para hacer allí la comida, dando así por concluido su periplo.
Los comerciantes también notaron diferencias según la nacionalidad, por ejemplo, en el Estanco Mayor. «Los británicos venían buscando cigarrillos de marcas de su país, que están aquí muchísimo más baratos que allí y que se nos han agotado al mediodía, por lo que hemos tenido que ir a por más», explicaba Luisa García. «En cambio los americanos se han vuelto locos por determinados artículos de regalo, como los de marroquinería estilo Gaudí», añadió. En cuanto a la ventas de moda, «no podemos pretender venderles un traje, pero si compran bastantes prendas de sport, como polos, y complementos, sobre todo los americanos», subrayó Eduardo Vilar. «Pero compensa, sí compensa», remató.
En cuanto a las visitas turísticas. Alicia Sáez, de la oficina de turismo de Héroes de Cavite, llevaba vendidos, poco antes de la una de la tarde, más de un centenar de paquetes de la visita que incluía el viaje en el bus y en el barco turístico, junto con alguna otra atracción. Y en el Museo del Teatro Romano, antes de la hora de comer confirmaban que se había superado el millar de visitantes.
Y a la hora de sentarse a tomar un tentempié, «durante toda la mañana han triunfado las tapas, las pintas de cerveza y los cafés con leche», explicó Pedro Hernández, de La Tartana. «Y también los 'asiáticos ibéricos', que ofrecemos y que muchos de ellos acceden a probar», aseguró.
Los anglosajones sí gastan
Las fuentes consultadas en los sectores hostelero y, sobre todo, comercial, indicaron que los turistas de Estados Unidos, incluido Puerto Rico, México y el Caribe «se encuentran entre los que mas dinero gastan», según Eduardo Vilar. «Demuestran su elevado poder adquisitivo. No miran precio y si les gusta algo lo compran», resaltó. También los británicos, favorecidos por el cambio libra/euro están dispuestos a gastar, aunque son más inquisitivos y preguntan más. En esta clasificación, los alemanes y los italianos estarían en la cola del gasto por persona.
Otro ingrediente puesto de manifiesto es que a veces son los barcos más pequeños y exclusivos los que más beneficio le generan al comercio. «Y el gasto de estos turistas tambien crece conforme pasa la temporada», comentó Vilar.
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