Ecologistas en Acción
Ecologistas en Acción exige una regulación de los fondeaderos del Mar Menor habilitando zonas con instalaciones de fondeo adecuadas que causen el mínimo impacto sobre los singulares valores de la degradada laguna costera
El colectivo ecologista exige que se regule el fondeo masivo ilegal que presenta desde hace años el Mar Menor. El urbanismo depredador que hace años se implantó en la Manga del Mar Menor ha derivado en un paisaje totalmente antropizado que ha ido poco a poco esquilmando la belleza y naturalidad de la ya extinta lengua de arena y de una de las lagunas más importantes a nivel europeo.
La gestión del Mar Menor debe orientarse hacia un desarrollo distinto al actual, apostando por la navegación a vela, la más respetuosa con los recursos naturales y menos impactante con el territorio, dejando a un lado los puertos deportivos y sus enormes impactos ambientales.
La proliferación de fondeos ilegales no debe ser considerada como una excusa precursora de nuevos puertos deportivos. El Mar Menor no necesita más puertos, sino que necesita una planificación real y una regulación de los fondeaderos que pasa por reemplazar los existentes por instalaciones de fondeo adecuadas. Para ello, se debe hacer un inventario de los fondeos ilegales actuales en la laguna, y un estudio detallado de los impactos que éstos causan sobre los valores de la laguna costera. Se deben reemplazar las estructuras instaladas de forma artificial, tales como muertos, cadenas, etc; e instalar otro de tipo de sistemas más respetuosas y que permitan a los propietarios de pequeños barcos amarrar.
La potenciación de la navegación a vela en el Mar Menor no necesita de puertos deportivos, ni de grandes instalaciones, basta con fondeaderos regulados donde agrupar a las embarcaciones que actualmente están a la gira y que se sitúan más o menos diseminadas en la costa del Mar Menor. Lo mismo ocurre con las barcas dedicadas a la pesca tradicional, los fondeos regulados permiten que las playas queden despejadas para que los bañistas y visitantes puedan disfrutar del Mar Menor, y a la vez se pueda impulsar la navegación a vela y los deportes acuáticos, que pueden llegar a ser una gran fuente de riqueza para los municipios ribereños. La limitación de fondeos y la regulación del uso de barcos a motor dentro de la laguna tienen indudables beneficios para el medio ambiente, pero también para el turismo sostenible.
Muy al contrario de lo que sucede con las motos y barcos a motor, y con los puertos deportivos, que son instalaciones elitistas de las que solo disfruta un reducido número de personas y que sin embargo causan un gran impacto ambiental en la laguna, principalmente en las playas situadas a sus lados que terminan convirtiéndose en zonas fangosas y malolientes que ahuyentan al turismo de calidad.
Ecologistas en Acción exige una planificación real del Mar Menor, que pasa por aprobar el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales el cual es el punto de partida para la regulación eficaz de la laguna. También solicitan que se deseche la irreal necesidad de más puertos deportivos dentro de una laguna degradada en exceso desde hace años, y que se apueste por una red de fondeaderos legales que potencien un uso del Mar Menor sostenible lejos de infraestructuras portuarias y acorde con la singularidad de la laguna.
Según Ecologistas en Acción las Administraciones Públicas parecen haber olvidado la necesidad de conservar un espacio emblemático, calificado como “Joya de la corona” por el propio Presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel.
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