sábado, 20 de marzo de 2010

CARTAGENA/ La reformada calle Real ya toca el mar

La Verdad El ceremonia, en la que se reconoció el trabajo de casi sesenta personas e instituciones, sirvió para inaugurar la nueva avenida y la plaza del CIM La Asociación de Guardias Civiles 'Marqués de la Amarillas' homenajea a las víctimas del terrorismo Si hace más de un siglo fue la calle Gisbert la que se abrió al mar, después de una obra casi faraónica, ayer se firmó otro hito en la historia de Cartagena con la inauguración de la reformada calle Real que, a través de la nueva plaza del antiguo Cuartel de Instrucción de Marinería (CIM), ya toca el mar. Después de un año de obras, tres meses de retrasos y ocho millones de euros invertidos, cientos de cartageneros pudieron disfrutar de estos dos nuevos espacio, financiados con fondos del Plan Estatal de Inversión (Plan E). La calle Real casi ha duplicado sus zonas peatonales actuales y la plaza del CIM se ha convertido en una zona reservada al paseo. Servirá de eje vertebrador entre la ciudad y el puerto, y su gran particularidad es la plataforma, frente al antiguo club de regatas, sobre el mar a modo de balcón. Precisamente en esa plaza se celebró ayer la primera ceremonia de homenaje en recuerdo a las víctimas y fallecidos de las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad del estado organizado por al Asociación Nacional de Guardias Civiles 'Marqués de la Amarillas'. El acto sirvió para inaugurar ambas obras recién finalizadas. Un minuto de silencio El acto, cargado de un gran emotividad, comenzó sobre las doce y media con la entonación del himno de Cartagena y el de España, a los que les siguió un minuto de silencio a petición de la alcaldesa Pilar Barreiro por la muerte del policía francés, el pasado martes a manos de la banda terrorista ETA. En su discurso, Barreiro también tuvo un recuerdo muy especial para los que se juegan la vida a diario por la seguridad de los españoles y para los que la han perdido en servicio. Después de sus palabras comenzó la entrega de los casi sesenta reconocimientos y galardones a personas e instituciones. Entre ellos a las familias de un policía nacional, un guardia civil y un militar fallecidos en atentados terroristas de ETA durante la década de los ochenta. Las asociación les entregó una estatuilla de plata de un guardia civil montado a caballo. La asociación otorgó la Gran Cruz de Caballero de Santiago, por su labor en defensa de las libertades y servicio al ciudadano, al jefe de la Policía Local de Cartagena, Manuel Asensio, al senador murciano Manolo Hurtado, alcalde de Ceutí durante 25 años, y al forense cartagenero Emilio Pérez Pujol, entre otros. Menciones especiales También hubo menciones especiales para instituciones como la Asamblea Regional y el Ayuntamiento de Cartagena, y hasta una treintena nombramientos de Socios de Honor y de Damas del Pilar Aunque el acto central del homenaje se celebró en la plaza del CIM, los asistentes participaron primero en una misa celebrada en la parroquia de Santo Domingo. Para finalizar la ceremonia hicieron una ofrenda floral en la explanada del muelle Alfonso XII, junto a la escultura 'El Zulo' del artista Víctor Ochoa. Al acto asistieron casi un centenar de personas entre invitados y ciudadanos de Cartagena. Entre ellos representantes de la asociación, de la policía foral de Navarra y la Policía Local de Cartagena, así como numerosos diputados regionales, concejales, amigos y familiares de víctimas de terrorismo.

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