Villarreal B y Cartagena se repartieron los puntos en un partido soso, de escasas ocasiones de gol y en el que los albinegros ofrecieron una buena imagen en defensa y mala en ataque
DIEGO SÁNCHEZ El Cartagena empató sin goles en la tarde de ayer en la Ciudad Deportiva del Villarreal ante un filial que contagió a los albinegros de un ritmo cansino, ofreciendo ambos una pobre imagen en un choque aburrido por la escasez de llegadas y oportunidades de gol.
Decepcionaron ambos equipos, porque la trayectoria y las expectativas que han creado nos hacían presentir un choque de ocasiones de gol, llegadas y mucho trabajo para los porteros. Fue todo lo contrario, un choque que pudo llevar al sopor, quizá porque el Villarreal B le tiene demasiado respeto al Cartagena y el equipo albinegro es cada vez más reservón y tiene miedo a perder los puntos.
Es la cuarta oportunidad que los de Juan Ignacio Martínez empatan a cero esta temporada, pero no recuerdo hasta ahora un encuentro en el que hayan gozado de tan pocas ocasiones para haberse marchado con un marcador favorable. Es cierto que el Cartagena llegó hasta la línea de tres cuartos del rival con mucha facilidad, también lo es que el campo del Villarreal B es más bien estrecho, por lo que el mérito no lo es tanto. Pero el gran problema es que toda la vocación ofensiva de los albinegros se diluía ahí, porque faltaron ideas para saber cómo resolver las situaciones que se le ofrecían con el paso de los minutos.
Con la entrada de dos carrileros rápidos el entrenador trató de nutrir de balones a Toché, pero éste se las tenía que ver con toda la zaga local y sus opciones fueron siempre baldías, porque no gozó ni de una oportunidad clara para rematar.
Tampoco fue la tarde de Longás -ya lleva unas cuantas-, y aunque lo intentó, siempre erró en el último pase. Por su parte, De Lucas, que tenía que haber jugado como enganche, hizo la guerra por su lado y no aportó nada positivo a su equipo.
Juan Ignacio puso sobre el campo hasta tres jugadores nuevos respecto al encuentro ante el Betis. Las bandas las apuntaló con Moreno y Balboa, mientras que Etxeita sustituía a Txiki en el centro de la defensa y el catalán pasaba al lateral derecho en puesto de Expósito.
Está claro que las sensaciones que le dejó al preparador albinegro el equipo que jugó la segunda parte ante el Betis le gustó, porque con las dos nuevas incorporaciones el conjunto albinegro ganaba ayer en profundidad por las bandas. Balboa parece haber encontrado su ritmo y fue posiblemente el más incisivo.
Los cartageneristas dominaron y controlaron, pero les faltó mordiente en el ataque. El Villarreal B dejó a su oponente que llevara el peso del partido para tratar de anotar al contragolpe, aprovechando la velocidad de Montero o la definición de Marco Rubén. De hecho las mejores ocasiones fueron para los locales, que aprovechaban ciertas imprecisiones en la zaga albinegra.
A pesar de que el Cartagena llegaba rápido a las inmediaciones de la portería de los villarrealenses, no gozaba de chispa. No tenía ese último pase que tanto necesita Toché para poder definir. De Lucas sí tuvo un mano a mano con el meta Juan Carlos, pero el portero del Villarreal B atajó bien.
En la segunda parte el Villarreal B salió con una marcha más que el Cartagena y trató de llegar con más claridad que en la primera. El más incisivo fue, como antes, Jefferson Montero, quien lo intentó por una y otra banda, aunque se encontró con un bien colocado Rubén, que desbarató las ocasiones del amarillo. Los de Martínez no ofrecieron nada nuevo a pesar de los cambios. Víctor y Quintero pudieron dar aire fresco, pero se encontraron con una bien posicionada defensa, que impidió cualquier acercamiento con peligro. Tibios disparos de Víctor y de Moreno, además de un cabezazo de De Lucas fueron toda la aportación ofensiva del Cartagena, que a pesar del empate acabará tercero pase lo que pase hoy en el resto de los encuentros.
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