26.11.10 - 01:16 - MELCHOR SAIZ-PARDO | MADRIDLa Verdad
Es la mañana del 30 de abril de 2009. Francisco Correa se sienta frente al juez y las fiscales del ‘caso Gürtel’ en la sede del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Será la más larga confesión judicial del jefe de la trama corrupta que salpica al PP. ‘Don Vito’, que niega una y otra vez haber pagado al partido o a sus dirigentes para conseguir contratos públicos o privados, rememora cómo entró a trabajar para la formación que por entonces dirigía José Maria Aznar y cómo trabó amistad con muchos de los responsables ‘populares’ que ahora están imputados en este sumario. Por primera vez, aquel interrogatorio inédito que duró tres horas y doce minutos ve la luz.
La hermana del ex presidente. Correa es preguntado cómo empieza su relación con el PP y explica que fue a través de su empresa de viajes, Pasadena. “Intenté contactar con el PSOE y con el PP. Al PP le mandé una oferta porque conocía a Elvira, a la hermana del presidente (Aznar). Me dijo mándame una oferta y mandé una oferta a nivel de agencia de viajes para organización de congresos y empezamos poco a poco a trabajar con el Partido Popular. Eso fue en el 93 o 94
El salto a los mítines. “Poco a poco fuimos trabajando más y más y más. Cuando empezamos a trabajar en el asunto de viajes, el gerente nacional, don Luis Bárcenas, un día me llama y me dice que vosotros, que organizáis viajes y grandes congresos y lanzamientos de productos, serías capaces de organizar un mitin político. Qué hay que hacer pregunté. Me dijeron lo necesario para los mítines. Y dije, nunca lo hemos hecho, pero creo que podríamos hacerlo. En esa época estaba de secretario general Paco Álvarez Cascos”. Según Correa, a Cascos le sorprendió lo barato y el buen servicio de la nueva empresa y Correa comenzó a colaborar de manera regular con el partido.
La cúpula del PP de Aznar. “A partir de ahí empecé a trabajar muy regularmente en la organización de mítines para el Partido Popular que en esa época estaba en la oposición. Es verdad que estas decisiones no la tomaba ni siquiera el secretario general, las tomaban un grupo de personas siempre. Estaba el secretario electoral, que era Jesús Sepúlveda; estaba el secretario general, que era Cascos, estaba el gerente nacional, que era Bárcenas; estaba el secretario de organización, que en aquella época creo que era Javier Arenas. Como hubo un ahorro muy importante, empezamos a organizar mítines, campañas... el trabajo era una barbaridad”.
Contactos en las instituciones. “Cuando organizábamos estos eventos, iban las bases del partido. Siempre estaban allí en los polideportivos y en las plazas de toros gente joven, que eran de Nuevas Generaciones. En la época empecé a conocerlos a casi todos e iniciamos una amistad con muchos de ellos. Algunos luego fueron alcaldes y otros ministros y otros tal. Y fuimos creciendo. Al principio sólo trabajábamos para el partido pero luego cada uno fue ocupando un puesto de responsabilidad porque el partido fue creciendo. Ganó en el 96. Y así, el chiquito que estaba en nuevas generaciones al final llegó a alcalde, y el que estaba en no sé qué se fue a Europa y el otro fue a no sé dónde... y el otro se casó con la hija del presidente.
Sobornos. “¿Usted en algún momento ha pagado una cantidad por realizar eventos para el Partido Popular, para algún ayuntamiento del PP o ha pagado a una administración pública por conseguir esos eventos?, le inquiere una de las dos fiscales. La respuesta de Correa es rotunda: “Jamás, jamás. Hemos conseguido siempre que nos dieran trabajo por presentación y por precio. Por calidad y por precio. Normalmente hemos estado en concurso con otras empresas. Nunca se dan esas cosas a dedo.
Viajes con Aznar. La fiscal pregunta a Correa como llegó a conocer a tantos altos cargos del PP. “Son muchos años, por las noches, en un mitin, en otro mitin... luego, cuando Aznar fue presidente, viajábamos fuera con ellos acompañando al señor Aznar en sus viajes internacionales, con lo cual se creó una relación bastante buena. No significa que nos viéramos todos los días, pero era gente que la conocíamos. Pero yo no soy un afiliado del partido. Soy un empresario”
Camps. “¿Conoce usted a alguien en la Comunidad Valenciana, a algún cargo público?”, inquiere el Ministerio Público. “En la Comunidad Valenciana conozco al alcalde de La Nucia. He visto alguna vez, un par de veces, a Paco Camps y de relación así más estrecha a nadie más. Bueno sí, creo que he visto a Ricardo Costa también, en alguna comida”, explica Correa en una respuesta muy lenta y medida.
Alegato de inocencia. “Estoy muy tranquilo porque no soy ningún criminal. No he hecho nunca nada malo en mi vida. Estoy muy tranquilo a pesar del calvario que estoy pasando. Yo no he hecho nada. Habré podido tener alguna irregularidad de tipo fiscal, entiendo que sí la habré tenido”, asegura el imputado. Luego, al final de la declaración y a preguntas del juez, insiste: “He sufrido un linchamiento durante tres meses. No soy un criminal ni un delincuente, no lo he sido en mi vida. He sido un trabajador toda mi vida. Y cuando la policía investigue todos los documentos que se han llevado, aparecerá que nuestros trabajos eran normales, limpios y lícitos con empresas normales de este país. Es la primera vez que estoy ante la justicia, no tengo ni una multa de tráfico”.
Ahorro al PP. Correa intenta explicar el ‘pinchazo’ en el que aseguraba haberle llevado a Bárcenas mil millones de pesetas a la sede de Génova. “Yo he dicho en numerosas ocasiones que yo he ahorrado al Partido Popular más de 2.000 ó 3.000 millones (de pesetas) porque he hecho más de 30 campañas electorales. Y cuando alguno decía que alguna cosa había que dársela a Elenita (la competencia), me hacía daño. Y en algún cabreo es posible que yo le haya dicho: yo te he dejado a ganar... es como si yo te llevara en cajas mil millones a ti de todo lo que te he ahorrado. Nunca jamás he llevado una peseta al Partido Popular. Es una forma de hablar, que depende de en qué contexto suena bien o suena mal.
Regalos. “¿A personas que ostenten cargos públicos, que ocupen cargos en las administraciones públicas también se les hacía regalos?”, pregunta la fiscal. “No lo sé. Al Partido Popular sí hacíamos regalos, a las secretarias. A las secretarias”, responde el procesado. “¿A ninguna otra persona?”, insiste la interrogadora. “No. No porque lo tenían prohibido. A Aznar no le gustaba que se hicieran regalos”. “¿No le hicieron regalos de Navidad a Gerardo Galeote?”. “Hombre, yo igual a Gerardo le he regalado una botella de vino por Nochebuena”. “¿A Luis Bárcenas?” “A lo mejor le he regalado una botella de vino a Luis Bárcenas”.
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