Vaya por delante que Miguel Ángel Zapata (Albacete, 1983) es uno de los mejores porteros de toda la Segunda B. Y también hay que resaltar que su equipo, el Atlético Ciudad, ha sumado muchos puntos esta temporada gracias a sus buenas actuaciones. De hecho, ayer demostró su gran nivel durante toda la tarde. Hizo tres grandísimas paradas, dos a Carmona y una a Juan Pablo, que evitaron tres tantos locales.
Pero a falta de tres minutos para el final, cuando el modesto y nómada Ciudad estaba a punto de dar la campanada en el Cartagonova, Zapata cometió un error gravísimo, al tragarse un inocente cabezado de Addison, tras un centro desde la izquierda de Cabrejo. El remate del brasileño, que había sustituido a un desacertado Tato a mediados del segundo acto, se le fue de las manos al meta visitante y tocó en el poste, con la mala fortuna para el Ciudad de que el rechace dio en Zapata y el balón entró. Así, los locales salvaron un punto casi sobre la bocina.
La algarabía en el Cartagonova fue importante, ya que el poco público que se acercó al estadio -desafiando al frío y a la amenaza de lluvia- ya veía el partido perdido. Lo cierto es que el cuadro de Beto, el mejor equipo que ha pasado por el Cartagonova en lo que va de Liga, se pasó toda la tarde remando para morir en la orilla.
Se adelantó muy pronto el conjunto rojillo, con un impecable tanto del debutante Gustavo Souto, recién llegado del Racing de Ferrol. El ariete gallego, solo en el borde del área pequeña, remató picado de cabeza un magnífico centro desde la derecha de Martín Ortega, un auténtico incordio para Cabrejo durante todo el choque. Era el minuto 9.
Por detrás
El Cartagena se encontró con una situación a lo que no está nada acostumbrado. Tenía el balón en su poder casi todo el tiempo y chocaba una y otra vez contra un rival muy bien encerrado atrás y fabricando contragolpes peligrosos. Es decir, a Fabri le estaban intentando administrar su propia medicina. Y lo lograron durante muchos minutos.
Es cierto que el Efesé se aceleró demasiado y tuvo problemas para crear peligro durante muchos minutos ante la meta de Zapata, pero -aún así- el 0-1 sirvió para ver cosas interesantes en el cuadro local. Aspectos del juego del Cartagena que hasta ayer sólo se habían podido adivinar. Por ejemplo, la grada comprobó que Eloy y Mariano Sánchez están capacitados para distribuir el juego con criterio. Además, el resultado desfavorable sirvió para que los laterales, especialmente Cabrejo, se sumaran al ataque con bastante asiduidad, algo que agradeció el conjunto local.
Aún estando desafortunados futbolistas como Tato, Juan Pablo y Viyuela -que deben ser desequilibrantes cada domingo en la búsqueda de un liderato que este año garantiza medio ascenso- el Efesé ofreció momentos de juego destacables en la segunda mitad y fabricó suficientes oportunidades para ganar el encuentro. La primera parte fue otra cosa. En ese periodo, el Ciudad se defendió de manera fantástica e incluso Ferreiro, tras una fabulosa jugada por la izquierda, tuvo el 0-2, que desbarató Rubén con un paradón.
Cambios y nervios
En el primer acto, Tato tuvo de cabeza el empate (minuto 34), Zapata sacó de la escuadra un libre directo de Carmona en el que los locales reclamaron que el balón había entrado (minuto 38) y Viyuela rozó el tanto con un zurdazo lejano (minuto 43).
Tras el intermedio, se agigantó la figura del talentoso Carmona, quien empezó a estar en casi todas las acciones peligrosas. Tras un jugadón del mallorquín, Zapata salvó de nuevo el empate (minuto 49). En el 61, Juan Pablo perdonó otro gol y los nervios empezaron a instalarse en el recinto de Benipila, a la vez que el Ciudad, ya con Félix Prieto, Segovia y Slimane en el campo, se sentía cada vez más cómodo sin el balón.
La entrada de Nano, Samuel y Addison en el Cartagena no cambió mucho las cosas. Nano y Slimane lo intentaron desde muy lejos y, a tres minutos del final, Zapató falló y el cuadro de Fabri rescató un punto que todo el mundo daba por perdido. Un zurdazo lejano de Alcántara asustó a Rubén (minuto 88), pero ya nada cambió.
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