Diario El Faro
Los servicios de atención al inmigrante comprenden clases de español para facilitar la posterior búsqueda de empleo en la ciudad portuaria. (Foto: F.GARCÍA PAGÁN)
La recesión económica no entiende de nacionalidades, ni de clases sociales. Sus perniciosos efectos se extienden hacia todo el tejido social, cebándose con los más débiles y poniendo en serios apuros a una clase media cada vez más empobrecida. Partiendo de estas premisas se entiende que los voluntarios de Cruz Roja en la ciudad portuaria estén duplicando sus esfuerzos para extender unos servicios diseñados para inmigrantes pero que, en estos complicados momentos, también son requeridos por la población local.
Así ocurre con el servicio de orientación para la búsqueda de empleo incluido en el Programa de Acogida Integral a Inmigrantes, que este año cumple dos décadas de existencia en el municipio. Según comentaba ayer, Laura García de Dionisio, técnico del Departamento de Intervención Social y Voluntariado, “desde que comenzó la crisis hemos tenido que ampliar el servicio de orientación laboral de inmigrantes a los españoles que han perdido su empleo y también acuden a nosotros para que les enseñemos a crearse su propio currículum, cartas de presentación y todo lo relacionado con el asesoramiento en materia laboral”.
De este modo, el proyecto pretende apoyar los procesos de integración social de las personas y familias, en situación de riesgo social, potenciando su autonomía personal y facilitándoles la mejor forma de combatir el paro: trabajando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario