El Ejecutivo de Rajoy nombrará a su representante en la Región el 30 de diciembre y relevará a una veintena de cargos socialistas
La Opinión
JUAN REDONDO Salvo sorpresas, Joaquín Bascuñana se comerá las uvas como nuevo delegado del Gobierno en la Región. Es un fijo en todas las quinielas de los populares. Su viaje al Senado, tras el recorte de consejerías que realizó Valcárcel después de las autonómicas, habría sido corto. La delegación del Gobierno es el puesto más goloso en la Región y el nombramiento está previsto para el Consejo de Ministros del 30 de diciembre. Y como hasta el rabo todo es toro, no faltan postulantes en el interno del partido, entre ellos el ´vicealcalde´ del ayuntamiento de Murcia, Joaquín Moya, y la secretaria de la Asamblea. Belén Fernández Delgado, según apuntan fuentes populares.
Con el nuevo Gobierno de Rajoy, además, cerca de una veintena de altos cargos socialistas quedarán en el aire. Son los cesantes de la alternancia. El primero, Rafael González Tovar, que ya tiene las maletas preparadas para volver de momento a su plaza de médico. Nadie se imagina su retirada política en el interno de los socialistas murcianos. La siguiente en el orden de salida es Charo Quesada, presidenta de la Confederación Hidrográfica del Segura, cuyo paso por la CHS, tras la dimisión/cese de José Salvador Fuentes Zorita, ha sido de escasa presencia pública.
A pesar de que el gran paquete de las competencias está ya en la Comunidad Autónoma, la duplicidad de cargos de la Administración central es abundante. Así, está la demarcación de Costas, cuya jefa es la histórica dirigente del PSRM Francisca Baraza. José Luis Oñate, exprimer teniente de alcalde del ayuntamiento de Murcia, es el director provincial de Cultura, mientras que Fulgencio Puche, exportavoz socialista en la Asamblea, está al frente de Inmigración.; Francisco Faraco, se ocupa de Industria, Agricultura y Agua está vacante tras la baja por enfermedad de Francisco Parrilla, y en Fomento está Diego Peñarrubia. Ángel García Garay es el responsable de Carreteras, mientras que la exconcejala Purificación Rodríguez se encarga del área de Sanidad. El nombramiento más reciente fue el de Enrique Ayuso, secretario de Organización de la agrupación socialista Murcia-Este, que lidera González Tovar, nombrado hace poco más de un mes.
También hay cinco altos cargos que dependen del ministerio de Trabajo. Son Francisco Sánchez, director del INSS, el ex senador José Ramón Pérez, responsable del INEM, y Fuentes, de la Inspección de Trabajo; la Tesorería de la Seguridad Social y el Instituto Social de la Marina. También dependen de la Administración del Estado los responsables del Instituto Nacional de Estadística (INE), Arsenio Lasheras, intocable en las alternancias, y el de la dirección general de Tráfico, Francisco Jiménez.
Al margen de la gestión, que ese es otro tema, la mayoría de los ocupantes de estos cargos de confianza del Gobierno central tienen un perfil político muy alto como activos militantes socialistas, por lo que es de suponer que la estancia en los respectivos despachos tiene los días contados.
No son los cesantes del siglo XIX con la alternancia de Sagasta y Cánovas. Ahora el requisito para ocupar estos cargos es ser funcionario de nivel A. Con lo que el retorno está asegurado. Con la política de austeridad que anuncia Mariano Rajoy, fuentes populares apuntan a la posible supresión de algunos de estos cargos secundarios duplicados.
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