La Politécnica conservará también las ventanas laterales de la puerta del CIM

La Consejería de Cultura aprueba el proyecto tras variarlo para mantener los contrafuertes y respetar el «aire de arco de triunfo» del conjunto 10.09.10 - 01:20 - JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ CARTAGENA. La puerta principal del antiguo Cuartel de Instrucción de Marinería (CIM), un edificio que fue cárcel y ahora es sede de la Facultad de Ciencias de la Empresa de la Universidad Politécnica de Cartagena, conservará en pie al final más elementos de los previstos, de cara a mantener «su aire de arco triunfal». La presión popular y política para evitar el derribo completo del pórtico y las gestiones de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ante el Ministerio de Defensa permitirán a la citada institución docente empezar en pocos días las obras para reformar un elemento arquitectónico cuyo deterioro afea la fachada del edificio recién construido junto al CIM por el arquitecto José Manuel Chacón y un tramo de la calle Real. Los trabajos de remodelación han sido ya autorizados por la Consejería de Cultura, según confirmó ayer a 'La Verdad' el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, Enrique Ujaldón. Ahora sólo falta que el Ayuntamiento de Cartagena otorgue la licencia de obras a la Politécnica, que prevé tenerlas acabadas para finales de año. Fondos privados La reforma costará unos 125.000 euros, que serán costeados por el Ministerio de Defensa y la Universidad Politécnica, si bien su rector, Félix Faura, está buscando financiación privada. La idea de la UPCT era conservar el cuerpo central de la puerta, pero a lo largo de este verano Cultura ha modificado el proyecto para preservar también las ventanas laterales y los contrafuertes. Conseguir que perdure ese efecto «triunfal», en palabras de Enrique Ujaldón, es la mejor vía intermedia entre echar toda la estructura abajo y «dejar un pegote absurdo». «La puerta no tiene valor artístico suficiente como para aplicar una protección especial, pero desde la Consejería de Cultura somos conscientes del valor simbólico que tiene para muchos cartageneros desde los puntos de vista histórico y sentimental. Y nuestros técnicos consideran que preservando el rectángulo central y los ejes laterales que forman las ventanas se consigue una visión histórica y un respeto arquitectónico y estético a los elementos que le dan uniformidad desde la década de 1920 (las ventanas fueron añadidas en ese periodo)», argumentó Ujaldón. «No hay cambio de criterio» La polémica sobre los planes de Defensa para demoler la puerta se desató en octubre del año pasado, cuando trascendió el informe de la Consejería de Cultura sobre la falta de valor artístico suficiente de la puerta como para darle una protección especial. Ese estudio daba vía libre al derribo, pero la Asociación para la Defensa del Patrimonio de Cartagena (Adepa) y, posteriormente, distintas asociaciones y partidos políticos de la oposición defendieron las virtudes históricas y sociológicas de la puerta. Entre otras cosas, esgrimieron estudios de la Universidad de Murcia y de distintos expertos sobre este elemento de la arquitectura modernista cartagenera. La actual postura de Cultura de exigir incluso un mayor grado de protección no es contradictoria, en opinión de Enrique Ujaldón: «No hay un cambio de criterio. Cuando nos pidieron un informe dijimos que la puerta no tenía especial valor artístico, y por lo tanto no requería una protección especial. Pero eso no significa que impulsáramos el derribo o estuviéramos a favor. Y, ahora, una vez que la UPCT y Defensa han acordado conservar la puerta lo que tratamos es de que no se haga algo mal o a medias. No tenía sentido dejar un remedo de puerta y desvirtuar la historia y la arquitectura». En todo caso, el responsable de Bellas Artes y Bienes Culturales del Gobierno regional aplaudió la «agilidad de la Universidad Politécnica a la hora de adaptar el proyecto a pesar de estar en verano». A su juicio, esa misma rapidez es necesaria para terminar las obras cuanto antes y acabar con «una imagen de la puerta que desmerece el valor excepcional de la recuperación arquitectónica del edificio del CIM y una zona de mucho tránsito turístico» como es la calle Real y la nueva plaza que une esa vía con el Muelle de Alfonso XII. Demanda ciudadana El problema con la puerta tiene su origen en que, tal vez por el coste de demolición o de conservación, este elemento arquitectónico se quedó fuera del convenio que el Ministerio de Defensa firmó con la UPCT para cederle el complejo del antiguo CIM. Ante las críticas que recibió por cómo el pórtico afeaba el nuevo edificio de la Facultad de Ciencias de la Empresa, la UPCT buscó con Defensa una solución. El Ministerio se planteó el derribo por ser más barato que la conservación, pero ha tenido que rectificar por la oposición vecinal y las peticiones de la UPCT de responder a esa demanda ciudadana.