El jefe de Tráfico defiende las tasas de mortalidad en carretera de la Región frente a la estadística nacional
08.01.12 - 00:38 -
FUENSANTA CARRERES fcarreres@laverdad.es |
La crudeza de la estadística nacional ha colocado a la Región a la cabeza del aumento de fallecidos en las carreteras en 2011, para disgusto del jefe provincial de Tráfico, quien defiende que los fríos números no retratan con justicia la realidad (el pasado fue el mejor año de la historia de la seguridad vial en la Región). Con todo, mantiene su defensa a ultranza del carné por puntos como la mejor arma contra los infractores, y avisa: las carreteras secundarias estarán este año más vigiladas que nunca.
-Murcia es la Región donde más han subido las muertes en accidentes. ¿A qué obedece el mal dato?
-En la Región se han registrado 56 fallecidos, y el año anterior fueron 48. No obstante, hay que matizar que son los dos mejores años de la seguridad vial en la historia de la Región. Lo importante son las tendencias, y hace pocos años teníamos 146 fallecidos (en 2001). Desde 2006 hasta final de 2011, si se compara con los cinco años anteriores, han muerto 366 personas menos. Es pernicioso comparar periodos cortos en una comunidad pequeña. Los resultados, con ocho fallecidos más que el año pasado, siguen siendo excelentes. También hay que tener en cuenta que seis fallecidos han muerto en caminos o zonas agrícolas, donde no hay vigilancia de la Guardia Civil ni la habrá. Otros veinte han sido por salida de la vía, sin que haya habido más coches implicados. En esos 26 casos, solo se puede hablar del factor humano. Por último, en un solo accidente, el de Cieza, se registraron cinco muertes. La administración no ha bajado la guardia. En las cifras del año pasado hay además datos positivos: se han rebajado mucho las muertes de peatones y de motociclistas.
-Las carreteras secundarias se han cobrado muchas vidas. ¿Se afinará allí?
-Uno de los objetivos prioritarios para el próximo año es aumentar los controles en las carreteras secundarias. En las autovías el nivel de cumplimiento de los límites de velocidad es alto, nos hemos acostumbrado a conducir a 120. Pero el reto es hacer que los conductores cumplan del mismo modo las normas en las secundarias, porque allí es donde se están matando los ciudadanos. Vamos a intensificar los esfuerzos con controles de velocidad y coches camuflados. Muchos ciudadanos van a 120 tanto en autovía como en carreteras secundarias. También vamos a intensificar el control por helicópteros en todas las carreteras, pero especialmente en las secundarias.
-La mayor mortalidad se registra en los trayectos al trabajo. ¿Qué puede hacerse para evitarlo?
-En los cursos de prevención de riesgos laborales se introducirán cuestiones relacionadas con la seguridad vial. Se registran más accidentes 'in itinere', sobre todo en el trayecto de ida, que en plenas fiestas y operaciones especiales. Las prisas, la falta de descanso, hacen esos trayectos peligrosos. Creemos que controlamos y vamos más relajados, y conducir requiere tener las manos en el volante, la vista en la carretera y la mente en la conducción.
-Las carreteras de la Región se han quedado sin 30 radares fijos por los recortes. ¿Recibirán alguno este año?
-En el primer semestre se instalarán cuatro. De los 42 totales que se proyectaron, seguirán faltando 22. Los nuevos radares se instalarán en la autovía de Murcia a Andalucía.
-El binomio joven y sábado noche ha bajado sus tasas de accidentes...
-Quienes ahora son jóvenes han recibido educación vial desde el colegio. Están más sensibilizados.
-Conductas temerarias como la del kamikaze, que dejó el 1 de enero seis heridos, ¿son frecuentes?
-De las más de 5.000 condenas que se registraron en 2010 contra la seguridad vial, 39 lo fueron por temeridad manifiesta, es decir, ciudadanos que conducen de forma peligrosa a sabiendas; el que va a toda pastilla o haciendo el loco. De ellas, doce tienen el agravante de desprecio absoluto por la vida de los demás, que son los casos más graves y que pueden ajustarse al perfil de los kamikazes.
-Los ciudadanos pueden tener la sensación de que, pasada la sanción, vuelven a la carretera...
-Todavía hay margen de actuación para un pequeño porcentaje de ciudadanos que conducen con temeridad y que son peligrosos. Procedería hacerles una vigilancia selectiva y especial. El sistema del permiso por puntos funciona muy bien, deja claro quiénes son los ciudadanos responsables, quienes escarmientan después de una multa y quiénes pierden el permiso una y otra vez. No hay que olvidar que la gran mayoría, el 96% de los ciudadanos, que conducen bien, tienen derecho a saber que el Código Penal está para castigar a ese pequeño porcentaje de ciudadanos con los que nos jugamos la vida.
-¿Percibe más educación y concienciación en las carreteras?
-Mucha más. Desde que entró en vigor el permiso por puntos los ciudadanos han cambiado su forma de conducir. Antes el 6,5% conducía por autovías superando los 140 kilómetros por hora. Ahora son solo el 0,5%. El cinturón de seguridad antes se lo ponía muy poca gente, y ahora lo llevan el 98% de los conductores.
-¿Y la alcoholemia?
-Estamos en un país en el que siempre se ha bebido mucho para acompañar las comidas, nos gusta celebrar... Antes de 2006 se hacían en la Región 50.000 controles al año, y ahora hacemos el doble, 100.000. Sin embargo, el número de positivos sigue siendo el mismo, 2.500. El porcentaje de positivos ha pasado pues del 4,8% al 2,4%. La conclusión es clara: al aumentar los controles se cumplen las normas.
-El conductor kamikaze había consumido cannabis y anfetaminas pero dio negativo en alcohol. ¿Se realizan controles rutinarios de droga?
-La Guardia Civil dispone de aparatos para medir el consumo de drogas, y cada vez que un conductor comete una infracción se le hace el control de alcoholemia; cuando los guardias civiles observan que tiene síntomas de haber consumido drogas, aunque dé 0,0 de alcoholemia, se le mide el consumo de drogas a través de la saliva.
-Pero solo se realizan si ocurre un accidente, no de forma rutinaria o preventiva, como en el caso de la alcoholemia...
-Aparatos de alcoholemia tenemos muchos, y de control de drogas pocos. Cuando se trata de un caso grave se llama al equipo de atestados, y cuando se realizan controles de alcoholemia se lleva el aparato y si hay sospechas se realiza la prueba. El alcohol y las drogas son incompatibles con la conducción; el ciudadanos deben saber que lo vamos a pillar.
-¿Seguirá al frente de la Jefatura Provincial de Tráfico con el nuevo Gobierno?
-Estoy a disposición del delegado del Gobierno y del director de Tráfico en Madrid.
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