Sin subvenciones de la Comunidad al turismo senior a la vista y con el recorte del Imserso, el sector reclama más promoción exterior
26.09.11 - 02:02 - ALEXIA SALAS | SAN JAVIER./ La Verdad
Los jubilados tendrán más difícil este invierno hacer una escapada a la costa murciana. La tijera pública ha alcanzado esas vacaciones tan merecidas de los abuelos, que tendrán que estar atentos para hacerse con uno de los viajes del programa estatal Vacaciones para Personas Mayores, ya que el Imserso oferta este año 200.000 plazas menos que en la temporada anterior.
La Comunidad Autónoma, por su parte, ha eliminado este año el programa de Turismo Senior del Instituto de Acción Social (Imas), a pesar de que lo aprobó en Consejo de Gobierno el pasado marzo, según confirma Viajes Olympia, que ha gestionado hasta ahora el programa para mayores. La mayorista de viajes ha ofertado este año por su cuenta, con ajustados precios pensados para pensionistas, estancias de invierno. «Sin un duro público», aclara Antonio Guillén, de Viajes Olympia.
El impacto en los negocios costeros no será leve. «Si antes, con subvención, movíamos 3.000 plazas en invierno, este año tendremos 1.500», explica Guillén. Una temporada baja a la vista con la mitad de las camas ocupadas. Por otro lado, la falta de ayuda pública hace inevitable el incremento del precio final al jubilado, por lo que «ha habido abuelos que han desistido porque no podían pagarlo», afirma Guillén.
Queda únicamente el programa del Imserso del Ministerio de Sanidad, Igualdad y Política Social, aunque con rebajas. Si en la temporada pasada costeó viajes invernales a 1,2 millones mayores por 126 millones de euros, este año ha adjudicado el servicio Vacaciones para Mayores y Mantenimiento del Empleo en Zonas Turísticas por 206.576.634 euros, pero para dos temporadas completas. Es decir, hasta agosto de 2013, lo que equivale a la mitad que la anualidad anterior. Y para un millón de mayores de 65 años, es decir, 200.000 menos que en el invierno 2009-2010. El programa, que cumple 25 años de tradición en España y que duplicó el número de plazas en los últimos seis años, se resfriará este invierno.
Septiembre al 75%
Pierden los jubilados, pero se resiente un sector turístico ya malherido, tras un verano en el que la ocupación cayó entre un 2% y un 3%, según los datos de la Asociación de Establecimientos Turísticos de la Costa Murciana, Hostetur. En la primera quincena de septiembre se ha ocupado en el litoral de la Región el 75% de las camas turísticas, porcentaje idéntico al registrado el pasado julio «aunque con precios mucho más bajos», destaca el presidente de Hostetur, José María Cano.
«Septiembre es más atractivo y con un tiempo espléndido, pero cuando los turistas se van porque empiezan los colegios y la feria de Murcia, se nota la caída del consumo en la zona», explica Cano. Lidera a un sector tocado este año por el síndrome de la ocupación de baja rentabilidad. «Para competir ha habido que ajustar los precios al máximo y la rentabilidad se resiente, por lo que abordar un invierno duro se hace aún más cuesta arriba», argumenta el presidente de Hostetur.
De hecho, el principal temor en este inicio de otoño son «los recortes previstos para los viajes de mayores, que mantenían abiertos en invierno hoteles como Doblemar, Entremares y Cavanna». Recuerda que «el turismo de temporada baja ha disminuido en los últimos 5 años, la mayoría extranjeros que venían al golf y a estancias largas».
Como consecuencia, Cano señala que, «en los últimos tres años, son cada vez más los locales que cierran en invierno, incluso los fines de semana». Las causas archiconocidas se llaman «crisis, recorte de sueldos de los funcionarios, miedo al consumo, una situación poco adecuada para irse de vacaciones pero que ha potenciado el turismo residencial más que ningún año, el que llega y se queda todo el mes en la casa de la playa, por eso los supermercados son los únicos que han incrementado sus ventas», explica el empresario.
Mucha gente, poca caja
La tradición de turismo residencial del litoral de la Región se convierte en el pasto ideal para los veraneos de crisis. «Mucha afluencia y poca caja», resume el presidente de la Asociación de Empresarios de Lo Pagán (San Pedro del Pinatar) sobre este verano. Hasta la última semana de agosto, cuando la huida de turistas también es tradición en el Mar Menor. Tras años luchando contra la estacionalidad, septiembre vuelve a ser el mes de la caída en picado, lo que duele aún más tras un verano más bien flojo. «Hemos hecho un 10% menos de ventas en verano, lo que se ha incrementado en septiembre, con un descenso del 15% con respecto al año pasado», explica Ricardo Teruel, hostelero de la Asociación de Empresarios de La Ribera (San Javier). Tiene claro que los pueblos costeros necesitan «calidad de servicios, más hoteles y oferta cultural en invierno» para remontar la crisis turística.
Teruel cree necesaria la autocrítica del sector: «Ni el 10% de los empresarios y comerciantes asociados habla inglés, falta preparación». La crisis ha traído de nuevo «al bañista de la nevera, y en los bares entra gente que solo baila porque hace botellón en el aparcamiento más cercano», explica el hostelero.
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